J. M. CEINOS
Balances del año viejo y buenas promesas para el nuevo. La historia no cambia, no puede hacerlo. La reiteración es la norma y los periódicos son los testigos que la dejan negro sobre blanco. Recién despedido 2010 y estrenado 2011, es recomendable echar un vistazo a otros viejos y nuevos años para comprobar lo anterior. Lo hacemos a través de tres rotativos que se publicaron en Gijón: «El Noroeste», «La Prensa» y «Voluntad», cuyas páginas nos devuelven a los inicios de los años 1911, 1936 y 1961.
Comenzamos por el número de «El Noroeste» del lunes 2 de enero de 1911 que leyeron los gijoneses aún recobrándose emocionalmente de la noticia de la muerte del aviador y «sportman» local Mariano Pola, ocurrida el 28 de diciembre de 1910 en el campo de aviación de Issy-les-Moulinaux, cercano a París.
En su sección titulada «Gijón al día», el «diario democrático independiente» publicaba un sucinto resumen de lo acontecido el primer día del año: «Animación en los paseos, animación en los teatros, animación en los bailes, bullicio y algazara en todas partes: éstas fueron las características del día de ayer. Las bandas de música recorrieron el pueblo felicitando á las bellas... y a los "bellos"; hubo rondallas que hicieron lo propio y no faltaron coros de bullangueros jóvenes que también tomaron parte en estas regocijantes expansiones».
A pesar de su posición política, «El Noroeste» dio cuenta, asimismo, de que «ayer, como día de Año Nuevo, hubo en los templos de la villa numerosa concurrencia, atraída por la curiosidad que siempre despiertan las misas pastorales». Y ayer, como hoy, los templos daban cabida a la música coral: «En San Pedro cantó la Capilla del Orfeón Asturiano en la fiesta mayor, celebrada a las diez, una preciosa y delicada partitura de cuya interpretación hicieron grandes elogios las personas inteligentes (sic)». De los tontos no dice nada el rotativo, que entonces tenía su redacción, administración e imprenta en la calle de Linares Rivas, número 24.
Si informaba el periódico de que «la novela de Pérez de Ayala "A. M. D. G." se ha recibido en el Salón de Publicidad», y así los gijoneses de hace un siglo pudieron leer el texto anticlerical que el escritor ovetense pergeñó tras su experiencia como alumno en los colegios de la Compañía de Jesús de Carrión de los Condes y de Gijón.
Saltamos en el tiempo y a otro periódico gijonés, «La Prensa», que despedía el año 1935 abriendo su primera página del 31 de diciembre, a las seis columnas de la plana, dando cuenta de la «crisis total» del Gobierno de la nación y de la formación de un nuevo Ejecutivo presidido por Portela Valladares.
A pesar del «trascendental problema político» del que hablaba el «diario independiente», con redacción y administración en la plaza del Capitán Galán (ahora del Carmen), esquina a Álvarez Garaya», es decir, donde se levanta actualmente la oficina central de Cajastur, la página dedicada a la información deportiva de «La Prensa» daba cabida a los restaurantes que ofrecían menú para Nochevieja. Es el caso de El Manantial, establecimiento que ofertaba, sin mencionar el precio del cubierto, un menú a base de «paella valenciana, perdiz con verdura, pavo, lechal de cordero, pichones, infinidad de platos». Y «de madrugada, estupenda sopa de ajo».
También despidió Gijón 1935 como 2010, con la vista puesta en el Muro. Lo leemos en una nota a una columna en «La Prensa»: «Ayer tarde recaló sobre la costa fuerte marejada, la cual se dejó sentir de manera bien ostensible en el puerto local y en la playa (...) En este último sitio, el mar causó nuevos daños en la parte ya destruida del muro de San Lorenzo (...) Al oscurecer era numerosa la aglomeración de público en la avenida de Rufo Rendueles, en el trozo afectado por la marejada, acudiendo también a dicho lugar para apreciar los nuevos daños el arquitecto municipal don José Avelino Díaz F. Omaña».
También era hace setenta y cinco años una de las grandes preocupaciones el desempleo. En su número del 1 de enero de 1936, «El Noroeste» recordaba «la vida local en el año 1935» y de las obras emprendidas por el Ayuntamiento para mitigar el paro decía el «diario democrático independiente»: «Esas actividades y la aplicación de la ley para remedio del paro forzoso imprimieron un rumbo de positivos aciertos a la gestión edilicia».
Recordaba también «El Noroeste» que el 5 de marzo de 1935 había terminado la demolición del teatro Jovellanos, que se levantaba en la calle del mismo nombre, en el solar que ahora ocupa la Biblioteca Pública «Jovellanos» y antes la delegación en Gijón del Banco de España.
«El popularmente llamado "tren de las tres" ha despertado en Gijón el máximo interés. Unos trenes de laminación de los que se dice alcanzarán las 200.000 toneladas anuales de producción y para cuyo montaje se ha precisado de la colaboración conjunta de las siderúrgicas asturianas, S. M. Duro Felguera, Fábrica de Mieres, S. A. e Industrial Asturiana Santa Bárbara». Era la anterior una de las noticias más destacadas sobre la «vida económica de Gijón» por «Voluntad» (diario de FET y de las JONS) en su número del sábado 31 de diciembre de 1960.
Acertaba el periódico «heredero» de «El Noroeste» (en su ubicación, no en su ideario) sobre el «tren de las tres», que sería el origen de la planta siderúrgica Uninsa, y en sus páginas deportivas y a modo de resumen del año 1960 dejaba claro que «los deportes minoritarios proporcionaron los acontecimientos más destacados en la vida local».
¿El Sporting?, pues según «Voluntad»: «El fútbol, en este caso, vamos a centrarlo y resumirlo en el Sporting. Y forzosamente hemos de hacerlo con acentos de lamentación porque nunca, en la historia del club, se alcanzó una situación más catastrófica ni se vivieron realidades más deplorables (...) Por otra parte, las nuevas adquisiciones han fracasado y los valores jóvenes de la cantera no dieron resultado».
A pesar de ello, seguimos en las páginas en las que «Voluntad» resumía el año viejo en la villa, «Gijón se ha divertido como nunca en el ya caducado 1960 (...) Los mejores artistas de la música y la canción han desfilado por nuestras salas y parques (...) Número culminante lo representó el "I Festival Melodía de la Costa Verde"».
Pero la Nochevieja de 1960 se complicó por la lluvia y así lo contó «Voluntad» el 1 de enero de 1961, titulando: «La Nochevieja más lluviosa que se conoció en Gijón». No obstante, «la gente se divirtió de lo lindo en público y en privado». Eso sí, «sin los excesos eufóricos de pretéritos tiempos».