C. J.

Uno de los mayores empeños del equipo que lidera Vicente Gotor en el gobierno de la Universidad de Oviedo es el rejuvenecimiento de la plantilla de la institución académica. La media de edad, en general, es alta, y hay áreas donde la jubilación de algunos catedráticos provocará un déficit de difícil solución para continuar con la actividad investigadora.

Por ello, en los últimos meses han venido desarrollando diferentes iniciativas como las prejubilaciones, o jubilaciones voluntarias incentivadas que, además del ansiado «rejuvenecimiento», permitiría «equilibrar el profesorado entre las áreas, estabilizar la plantilla y promocionar a titulares y catedráticos», según explicaba en fechas recientes el vicerrector de Centros y Profesorado, Julio Antonio González.

En el campus de Gijón se invierte el proceso. No es precisamente un problema la edad. Pero la carga de trabajo de algunos grupos complica en exceso la posibilidad de compaginar la actividad investigadora y las labores docentes que se les atribuyen normalmente.

Los departamentos y áreas de conocimiento de la institución académica más envejecidas coinciden precisamente con las titulaciones más antiguas en la Universidad de Oviedo: Geología, Química o Filosofía y Letras encabezan en el ranking pero el equipo rectoral quiere que esta tendencia se invierta también en otras áreas de conocimiento con el objetivo de asegurar el futuro de la actividad investigadora.