Villaviciosa,

Mariola MENÉNDEZ

El río Linares de Villaviciosa sigue esperando por una profunda limpieza que no acaba de llegar. Y eso que ya han pasado siete meses de la gran riada de junio, que inundó el centro de la localidad al coincidir una importante crecida del cauce y una marea viva en la ría. La nueva senda peatonal también tuvo culpa al elevarse la cota con su construcción e impidiendo que el agua evacuase hacia los terrenos del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida), como venía siendo habitual.

Sólo la Confederación Hidrográfica del Cantábrico inició hace meses varias actuaciones para reparar los efectos de las riadas de junio, con una inversión de 220.000 euros. Pero las intensas lluvias volvieron a alimentar las aguas del Linares el pasado diciembre, provocando nuevos daños que serán reparados con cargo al último presupuesto aprobado para obras de emergencia, según explican desde la propia Confederación. Desde este organismo agregan que trabajan valorando posibles mejoras en el entorno del cauce con el objetivo de minimizar el impacto de futuras avenidas en la zona.

Esto en la zona alta del río, pero queda pendiente la limpieza en la parte más baja del curso, donde se encuentran los puntos más críticos, principalmente a la altura del conocido como El Puentón y el puente Huetes. En el primero, uno de los ojos se encuentra prácticamente obstruido y en el último se acumulan importantes sedimentos que impiden que el agua fluya. El problema radica en que se trata de terrenos sobre los que tiene competencia la Demarcación de Costas en Asturias. El alcalde de Villaviciosa, Manuel Busto, reitera a este organismo, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, la urgencia de limpiar el cauce, en el que abundan la maleza y los sedimentos.

De no ser así, se plantean otras medidas más severas. Además, el Consistorio necesita la autorización expresa de la Demarcación de Costas para poder realizar mejoras en el cauce.

Mientras las administraciones se ponen de acuerdo, los vecinos no quitan la vista del río cuando llueve abundantemente ante el temor de volver a sufrir inundaciones en sus casas, negocios y locales. Al miedo al desbordamiento se suman los problemas de evacuación del centro de Villaviciosa cuando la marea está alta, provocando embalsamiento en distintos puntos de la localidad, como ocurrió recientemente. Todos piden para que no se produzcan nuevos temporales porque desde el último prácticamente no se ha hecho nada para frenar el desbordamiento del río Linares.