Alberto Entrerríos (Gijón, 7 de noviembre de 1976) y Raúl Entrerríos (Gijón, 12 de febrero de 1981) son hermanos y complementarios. Así funcionan en la selección española de balonmano, de cuyos éxitos en Suecia están siendo piezas clave. Tanto uno como otro tienen a sus espaldas un palmarés que pocos deportistas españoles pueden ofrecer y al que, hoy mismo, pueden sumar una medalla de bronce.

Alberto se inició en el balonmano en el Colegio Noega, a las órdenes de Alberto Suárez, técnico con el que estuvo hasta la categoría junior, ya en las filas del Naranco, club con el que debutó en la Liga Asobal. Por aquella época, Alberto no destacaba por su físico ni tampoco por ser un buen estudiante. De hecho, hubo que trabajar mucho con él para que mejorase y fue necesario convencerle en más de una ocasión para que no abandonase la práctica del balonmano. La insistencia de quienes le rodeaban dieron su fruto y, además, fue decisivo que un año, el de su paso de cadete a juvenil, creciera 15 centímetros y dejará entrever ese cuerpo de 1,92 metros y 100 kilos. Como talento tenía, llamó la atención del Ademar, club en el que militó las temporadas 1998 a 2001. Internacional en todas las categorías, su mejora fue constante y del Ademar se marchó al todopoderoso Barcelona, en el que tan sólo estuvo una temporada. Rápidamente le fichó el Ciudad Real, club en el que aún milita. Hizo su debut en la absoluta, de la que se convirtió en pieza fundamental como lo está demostrando en este Campeonato del Mundo.

A Alberto le gustó la música desde muy joven y en edad junior ya se compró una guitarra con la que empezó a hacer su pinitos. Hoy, una década después de sus primeros punteos, forma parte del grupo «Semilla Negra», con el que ya ha ofrecido varios conciertos, entre ellos uno como telonero de «Nacha Pop».

Su palmarés ocupa muchas líneas pero, en resumen, es el siguiente: campeón de Liga en seis ocasiones, de la Copa del Rey en tres, de la Copa Asobal en otras seis, de la Supercopa de España en tres, otras tantas de la Copa de Europa y dos de la Recopa, todo ello en competiciones de clubes. Con la selección fue campeón del mundo (2005), dos veces bronce en Juegos Olímpicos (2000 y 2008), oro en los Juegos del Mediterráneo y oro en el Europeo junior, además de bronce en el Campeonato de Europa de 2000. Fue designado mejor jugador de la Liga Asobal tres temporadas diferentes y hace un par de semanas, el mejor deportista asturiano de la última década.

Su hermano Raúl también estaba llamado a ser una figura de este deporte. Y, como Alberto, también creció tutelado por Alberto Suárez, un tándem con el que el Deportivo Gijón logró, por ejemplo, el Campeonato de España junior. Raúl siempre tuvo a su hermano como referente deportivo, pero era mejor estudiante y mucho más centrado en lo que quería y le gustaba. De hecho, su carrera fue más fácil para los entrenadores que la de Alberto. Si éste se caracterizaba por su fortaleza física, Raúl era más técnico y más cerebral. Aunque su gran tranquilidad le jugó alguna que otra mala pasada. Como aquella vez que jugando con el Deportivo Gijón se quedó olvidado en una gasolinera y sus compañeros no se dieron cuenta de su ausencia hasta muchos kilómetros después. Fue aquel un Deportivo Gijón en el que prácticamente coincidieron hasta nueve jugadores que en tan sólo tres temporadas ficharon por clubes de Asobal.

Su primer equipo profesional también fue el Ademar de León, donde estuvo entre los años 2001 y 2007. De ahí se fue al Valladolid tres temporadas y ahora milita en el Barcelona, otro de los clubes por los que pasó su hermano, con el que también comparte un físico similar, ya que mide 1,95 y pesa 90 kilos. Más joven que su hermano y militando en clubes de menor potencial, Raúl no tiene un palmarés tan dilatado como Alberto en lo que se refiere a las competiciones de clubes, aunque sí logró una Copa del Rey con el Ademar y dos Recopas de Europa, una con el Ademar y otra con el Valladolid. Sin embargo, los dos hermanos compartieron éxitos en la selección, ya que Raúl también es oro en el Campeonato del Mundo, bronce en los Juegos Olímpicos, plata en el Europeo de 2006 y oro en los Juegos del Mediterráneo.

Los Entrerríos han crecido en un entorno propicio para la práctica deportiva. Su padre, José Manuel, jugó al fútbol y su hermana, Marta Elena, a voleibol, en el Grupo Covadonga. Los dos hermanos acaban de sufrir un duro golpe. Pocos días antes de iniciarse este Campeonato del Mundo falleció su madre, Mari Luz. Les afectó enormemente, hasta el punto de que estuvieron a punto de no acudir. Ninguno de los dos quería dejar a su padre solo en semejante trance, que coincidió con la concentración de la selección y el inminente viaje a Suecia para iniciar la competición. Tras hablar con unos y con otros tomaron la decisión de ir y convencieron a su padre para que fuera con ellos. Fue una decisión acertada, porque tanto Alberto como Raúl están jugando a un gran nivel. En las transmisiones televisivas ya se vio varias veces a su padre, José Manuel, enarbolando una bandera asturiana. Si finalmente España logra una medalla, la dedicación está clara. Va por ti, Mari Luz.