J. L. A.

Los recortes presupuestarios, que han tenido un notable efecto sobre las partidas culturales, obligan a los museos a una dolorosa travesía del desierto, sin un solo euro para exposiciones. No es una situación nueva para el Evaristo Valle. Se ha sentido relegado por parte de la Administración del Principado desde su creación en 1981. «Siempre hemos estado en peligro de desaparecer», aseguró ayer su director, Guillermo Basagoiti, tras la reciente polémica con responsables de la Consejería de Cultura.

Uno de los argumentos que ha repetido el Gobierno del Principado para dejar sin partida al Museo Evaristo Valle es que esta instalación, dependiente de una fundación cultural privada, tiene su sede en Madrid. Una explicación que no convence a Basagoiti, más cuando, según explica, la Fundación Príncipe de Asturias, inscrita con posterioridad al museo gijonés en el Ministerio de Cultura, también en Madrid, ha llegado a obtener hasta 400.000 euros en subvenciones regionales, según subrayó ayer.

El Museo Evaristo Valle, dedicado al pintor por su sobrina María Rodríguez del Valle, abrió sus puertas en 1981 y tres años más tarde recibió la Medalla de Honor de la Real Academia de Bellas Artes. Custodia unas doscientas obras de Valle y es uno de los museos monográficos importantes.

Sus hermosos jardines han sido incluidos, en la categoría de los visitables, en la lista de los cuarenta históricos mejores de España. Ha colgado obra de Goya, El Greco, Rubens o Picasso, además de mantener una importante actividad cultural: publicaciones, conciertos, exposiciones o presentaciones de libros. La financiación es privada, aunque también tiene una subvención del Ayuntamiento de Gijón. «Ha habido consejeros de Cultura del Principado que nunca pusieron un pie en este museo», afirmó Guillermo Basagoiti.