El último avance del equipo del área de Genética del Serida es el primer paso de una técnica que busca perfeccionarse. El siguiente reto es tratar que los embriones que previamente han sido vitrificados (congelados) puedan ser transferidos directamente por los veterinarios de campo. «El proceso de desvitrificación se hace actualmente en el laboratorio y nuestro objetivo es intentar evitar este paso, que nuestra intervención sea mínima», explica Díez Monforte. Transformar en sencillo algo tan complejo es la principal premisa para facilitar el trabajo de los ganaderos y dotarles de más medios de cara al futuro. «Si pudiéramos conseguirlo significaría reducir costes y dar una herramienta más al sector para el que trabajamos», subraya Díez Monforte. Sería la culminación de uno de los numerosos estudios que este departamento trae entre manos para dotar de alta tecnología una tarea tan tradicional como la agricultura.

Objetivo

Esta tecnología permite un rendimiento superior al que ofrecen la inseminación artificial y las técnicas convencionales de producción de embriones; predice al 90% el sexo del animal; y que su gestación pueda realizarse en el útero de cualquier novilla.

Equipo

El proyecto está dirigido por Enrique Gómez Piñeiro y tiene como responsable a Carmen Díez. El equipo lo completa los investigadores José Néstor Caamaño y Marta Muñoz; los técnicos David Martín y Susana Carrocera; y los becarios Beatriz Trigal y Eva Correia.

Colaboradores

El estudio desarrollado por el Serida cuenta con la colaboración de la empresa Sexing Technologies (E. E. U. U.) y la Cooperativa de Agricultores de Gijón, además está financiado por el Ministerio de Innovación.