Con el Carnaval gijonés vuelve a estas páginas la sección «Y tú, ¿de qué vas?». Una aportación de gijoneses insignes, ilustres o simplemente con sentido del humor que se prestan a fantasear, espoleados por Teté F. Balseiro y bajo el foco de Tuero y Arias, sobre la vida y la ciudad en clave antroxera. Este año la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, se suma a la fiesta.

Paz Fernández Felgueroso

Alcaldesa de Gijón, ataviada de sufragista

-Por fin, bienvenida a la sección, señora Alcaldesa.

-Siempre he dudado si prestarme o no a participar en sus carnavaladas, pero este año en el que se ha querido recordar la reivindicación y el logro de que se diera voz y voto a las mujeres, no podía negarme.

-Posa como sufragista con una vestimenta muy a su medida.

-Sí, porque, desde luego, yo no lo llamaría para nada disfraz.

-Correcto.

-Lo mío es una manera de recordar a las pioneras en la lucha por la igualdad.

-Si no hubiera sido de esta manera, ¿cómo se hubiera vestido?

-Hay uno que me lo aplica la oposición y otro, el de «faraona», que le encanta a su compañero Javier Morán. Ese último sí que hubiera sido un buen disfraz.

-¿Todos lo sueños cumplidos?

-Explíquese; ¿como faraona o como sufragista? ¿Como qué?

-Primero como faraona.

-No creo haberlo sido de verdad (se ríe). Me quedé muy a medias.

-¿Y como sufragista?

-Me hubiera gustado vivir en aquella época. Luchar a brazo partido con su pasión.

-Se va de la Alcaldía. ¿Queda todo hecho?

-No, pero es bueno que haya cuestiones que queden pendientes. No me apena, porque eso quiere decir que la ciudad se mueve y que la llevará otro.

-¿Otro?

-Sí, porque espero que sea el que yo estoy pensando.

-¿Cuántas pesadillas ha tenido desde ese sillón del Pleno?

-Ninguna; como mucho viví algunos debates más fuertes que otros.

-Con faltas de respeto...

-Nunca me he habituado a esas faltas de las que habla. Yo respeto a mis adversarios.

-¿Y qué la baja del sillón, los años o el «casque» en general?

-Ni una cosa, ni otra. Sólo el aire fresco y las nuevas ideas. Me siento con fuerza suficiente, pero en política es importante la renovación.

-Ya, y deja a muchas mujeres con ganas de sillón.

-(Se ríe) Eso seguro.

-¿Y a partir de ahora, qué?

-Viajaré, leeré, disfrutaré plenamente de los muchos atractivos de la ciudad. Tiene tantos...

-¿Qué le falta por hacer? No me lo diga... conociéndola, seguro que hasta subió en globo.

-Pues sí, pero mire, si ahora tuviera cincuenta años menos, lo que estaría haciendo sería surf. Me gustaría mucho. ¡Me dan una envidia cuando los veo desde el balcón de la Alcaldía...!

-Volviendo al globo: ¿con quién no subiría?

-No soy nada rígida y, además, para un viaje así no hace falta ser amigo del acompañante, basta con que no me amargue el vuelo.

-¿Alguna vez se puso careta?

-Nunca; además disfruto muchísimo con las letras de las charangas cuando se meten conmigo. Trabajan mucho.

-¿Quién lleva mascarita?

-Da igual que la lleven o no, se distinguen a leguas.

-¿En manos de quién quedará Gijón?

-Espero que en las de un joven, alto, con cara de buena persona, culto... no hace falta que diga más.

-Cambiemos de temazo y dígame una fecha para recordar.

-Mi toma de posesión: junio de 1999.

-Un personaje de ficción.

-Celia. Ahora hay CD y los estoy viendo con mis nietos.

-Una peli.

-«Lo que el viento se llevó» y la última de Icíar Bollaín.

-Una heroína.

-Rosario de Acuña.

-Tengo que darle las gracias, Alcaldesa, ha sido un placer.

-El que la sigue la consigue. Esto es el fruto de la perseverancia.