Miriam SUÁREZ

Renfe apura los trabajos necesarios para su traslado a la nueva estación de Sanz Crespo. Y, en esta cuenta atrás, las obras obligarán a la red nacional de ferrocarriles a anular cuatro de los servicios de Cercanías que presta a la ciudad. La medida, de carácter provisional, repercutirá en la oferta de recorridos que comunica Gijón y Oviedo.

Las alteraciones comienzan mañana, miércoles, 16 de marzo. Durante tres días -es decir, hasta el próximo viernes-, el Cercanías de Renfe que sale de Gijón a las 8.18 horas estará fuera de servicio. También se verá afectada la línea que pasa por Llamaquique a las 7.51 de la mañana.

En horario de tarde, la compañía prescinde del trayecto Gijón-Oviedo de las 20.18. Y, en sentido contrario, deja de funcionar el tren de las 19.52 horas. El tráfico, en estos dos casos, no se reanudará hasta el día 2 de abril, aunque Renfe tiene previsto cambiar de ubicación el último fin de semana de marzo. Su traslado a Sanz Crespo dejará libre el ámbito del plan especial de las vías para que se puedan iniciar las demoliciones previas al soterramiento ferroviario.

La compañía ha pegado carteles en trenes y estaciones para informar a sus usuarios de los cambios que se avecinan, todos ellos motivados por razones técnicas. Actualmente, la red de ancho ibérico cuenta con dos vías, a partir del barrio de La Calzada, para entrar en el centro de la ciudad. Los trabajos que van moviendo la infraestructura ferroviaria gijonesa hacia Sanz Crespo dejarán a Renfe, en una última fase, con un solo acceso. Situación momentánea que obliga a reorganizar los servicios que coinciden en una misma franja horaria, dando prioridad a los trenes de Largo Recorrido.

Debido a la complejidad técnica de la operación, el traslado a Sanz Crespo se ha programado en dos fases. Primero, Feve. Y, ahora, Renfe. La nueva estación, que lleva en funcionamiento desde hace mes y medio, no se inaugurará oficialmente hasta que se complete el proceso. El ministro de Fomento, José Blanco, tiene comprometida su presencia en un acto que marcará el principio de las obras de urbanización del plan especial de las vías.

Con este proyecto se suprimirá la barrera ferroviaria entre El Humedal y Moreda, generando espacio para 1.400 pisos y una gran estación intermodal. Dicho equipamiento tendrá conexión directa con el llamado metrotrén y dará cabida al transporte por carretera. La actuación, gestionada por la sociedad pública Gijón al Norte -de la que forman parte el Ministerio de Fomento, el Gobierno del Principado y el Ayuntamiento-, empezará a materializarse con la demolición de la estación de Jovellanos.

De forma paralela, se retirarán las vías hasta las toperas de El Humedal y se trazará un paso para peatones desde la calle de Sanz Crespo al Museo del Ferrocarril. La idea es que, este verano, los gijoneses ya puedan llegar a la playa de Poniente atravesando la barrera ferroviaria. Aunque el espacio de las vías no estará plenamente preparado para las obras de urbanización hasta que se desmonte la estación de El Humedal. Para eso habrá que esperar a 2012, cuando el edificio de los Juzgados de Poniente quede libre y pueda albergar las oficinas de Feve.