Luján PALACIOS

El Jardín Botánico también fue ayer británico. Las celebraciones del equinoccio de primavera tuvieron muy presente durante toda la jornada al botánico de Londres, el Royal Botanic Gardens of Kew, en cuyas instalaciones trabaja como responsable de horticultura tropical el gijonés Carlos Magdalena. Junto a él, se han desplazado a Gijón los científicos Nigel Taylor, Gail Bromley, Anthony Hall y Tiziana Ulian, que se encargaron de impartir varias conferencias a lo largo del día con gran éxito de público.

Los responsables del jardín londinense repasaron los métodos de conservación que se siguen en esta institución, así como los programas educativos para captar público de todas las edades, la propagación del arbolado en este botánico y la conservación de las semillas amenazadas a escala mundial, así como la recuperación y conservación de especies en peligro de extinción.

Para acercar Londres a Asturias, los responsables del botánico gijonés celebraron además una de las ceremonias más británicas, la del té, que reunió en el restaurante de La Isla a más de 300 personas. La actividad consistió en una degustación de seis tipos diferentes de tés: darjeeling, Ceylán, verde, con fruta de la pasión, Earl Grey y English Breakfast. Una iniciativa con una respuesta multitudinaria, porque «es muy original, y somos fans del té», aseguraban las gijonesas Ana Quijada, Mercedes Patallo y Susana García, que se desplazaron al Botánico junto con sus hijas pequeñas para instruirlas en un ritual «muy inglés». Juntas degustaron té verde, con fruta de la pasión y darjeeling.

No en vano, el té es la segunda bebida más consumida del mundo, con 500 millones de tazas al día. Una infusión que nació por casualidad, según se explicó al inicio de la degustación, y que ya supera las 3.000 variedades.

Los actos del equinoccio se completaron con un concierto del grupo «The Goggles», que versionaron a «The Beatles», y varias actividades para niños en inglés, como una gymkhana con pistas por todo el botánico y un taller de pintura para practicar el idioma. Una jornada para explotar la primavera.