R. V.

Un año y medio es el plazo que el gerente de la sociedad Gijón al Norte, Pedro Blanco, calculaba el pasado viernes que hay que esperar aún antes de ponerse a comercializar el suelo liberado de las vías, y de cuya venta debe salir el dinero que pague la gran operación urbanística que completa el proyecto de penetración del ferrocarril en la ciudad. No hay que olvidar que en los espacios que ahora ocupan vías y estaciones de ferrocarril se plantea la construcción de unas 1.400 viviendas y la reserva de más de 20.000 metros cuadrados para ubicar dotaciones públicas. El momento para acceder al suelo resulta válido para los intereses de los constructores locales. O por lo menos así lo veía ayer el presidente de CAC-Asprocon, Serafín Abilio Martínez, de paso por Gijón para asistir al acto de inauguración de los jardines que llevan el nombre del urbanista Agustín Muñiz. Un acto donde coincidió con el propio Blanco.

El portavoz de los constructores, tras reivindicar que «la ubicación es buena, no cabe duda», planteaba que dentro de un año y medio es un plazo razonable para pensar que el mercado ya haya vuelto a demandar vivienda libre tras esta situación de crisis que ha volcado al mundo de la construcción hacia la vivienda de protección pensada para familias con rentas más bajas. Eso sí, no es sólo la situación económica la que espera Martínez que varíe a mejor a lo largo de este año y medio para conseguir reducir la incidencia del paro en las familias. El principal cambio tiene que ver con la disposición de las entidades bancarias a facilitar créditos.

«Entendemos que los bancos tienen que hacer sus deberes internos pero, ojo, también tienen que pensar en los demás, que es de lo que viven. Tanto ahora como dentro de un año y medio el tema del crédito es principal y no podemos seguir así. Exigimos, y vamos a seguir exigiendo, que la banca asuma el compromiso de atender la pieza más importante para toda la familia, que es la vivienda», sentenciaba el constructor.