Miriam SUÁREZ

La Autoridad Portuaria iniciaba ayer el procedimiento para la contratación de los viales que penetrarán en El Musel desde el túnel de Aboño. La licitación de estos accesos se produce con las obras de ampliación ya terminadas y casi seis años después de que se firmase un protocolo de colaboración con el Ministerio de Fomento, el Gobierno del Principado y el Ayuntamiento de Gijón para definir y resolver las comunicaciones del puerto.

La infraestructura que ahora sale a concurso partirá del túnel de Aboño para recorrer 2,9 kilómetros por el interior del superpuerto gijonés. La construcción de los viales, presupuestada en algo más de 2 millones de euros, posibilitará el acceso rodado a las nuevas explanadas de los taludes interiores de la ampliación y el Muelle Norte, garantizando además su conexión con la terminal de Repsol Butano.

Con este proyecto, se zanjan las conexiones interiores de la zona ampliada de El Musel. Pero continúan sin atender los grandes compromisos que el Puerto de Gijón suscribió en diciembre de 2005 con las administraciones central, autonómica y local. De hecho, a día de hoy, sólo se ha materializado la remodelación del enlace del Monticu, pieza de engarce entre algunas de las actuaciones previstas.

Sigue pendiente, sin embargo, la ejecución del vial de Jove o ronda oeste -entre la AS-19 y la glorieta de Príncipe de Asturias- y las conexiones con la futura Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA), cuya primera fase ya se está urbanizando en la parroquia de San Andrés de los Tacones. Estos proyectos son cruciales para comunicar el puerto de El Musel con las redes de alta capacidad que atraviesan el municipio y los principales centros industriales de la región.

Según el diseño aprobado por la Autoridad Portuaria, el corredor de circulación interna se dividirá en tres tramos, ensamblados mediante dos rotondas de 20 y 25 metros de radio, respectivamente. El primero partirá de la rotonda situada a la salida del túnel de Aboño, discurrirá paralelo al Cabo Torres, pasará junto a la concesión de Enagas -adjudicataria de la regasificadora de El Musel- y, finalmente, recorrerá los taludes interiores de la ampliación portuaria hasta su confluencia con el Muelle Norte.

Se canalizarán, de esta forma, los tráficos generados en esta zona por la descarga de graneles sólidos y se facilitará su evacuación a través del valle de Aboño o de la parroquia de Jove. El tramo que une las dos rotondas servirá, por su parte, para distribuir los tráficos que se deriven de Enagas, EBHI y Repsol Butano, además de permitir el acceso al Muelle Olano. Y los últimos 1.240 metros avanzarán en paralelo a los taludes interiores con el objetivo de dar servicio al dique Príncipe de Asturias.

Las empresas interesadas en la contratación de esta obra tendrán de margen hasta el próximo 16 de mayo -un total de 26 días naturales- para presentar sus ofertas. La Autoridad Portuaria, como entidad adjudicadora, abrirá las plicas con la documentación técnica y económica en los cinco días siguientes a la finalización del plazo. El proyecto, que deberá llevarse a cabo en cinco meses, incluye la implantación de un paso a nivel con barrera semiautomática para poder compatibilizar los servicios ferroviarios que prestan Feve y Renfe con el transporte de mercancías que va a entrar y salir del puerto de Gijón por carretera.