R. VALLE

La Fundación Thao utilizará las escuelas infantiles de Gijón para llevar a cabo un proyecto pionero a nivel nacional en favor del desarrollo de hábitos saludables de alimentación y ejercicio físico entre los niños menores de tres años, para evitar problemas vinculados al sobrepeso. Esta es la gran singularidad de la relación que ayer establecían el Ayuntamiento de Gijón y la Fundación Thao a partir de la firma de una carta de adhesión de la ciudad al programa de salud infantil que desarrolla esta organización en toda España. El documento recibía la rúbrica de Paz Fernández Felgueroso en su calidad de alcaldesa de Gijón y de Francisco Sarasúa, quien fue concejal en la ciudad en las filas del Partido Comunista de España durante los primeros gobiernos democráticos y ahora ejerce como director de Desarrollo de esta fundación.

Gijón es la primera ciudad asturiana que ha reafirmado su apuesta por la lucha contra la obesidad infantil a partir de un convenio de colaboración entre la Fundación Thao y la Federación Asturiana de Concejos que se planteó sólo hace unas semanas. Y Gijón será también una de las tres ciudades españolas -las otras aún están sin definir- en las que la Fundación ponga en marcha un programa específico para bebés. Ahora mismo el trabajo de esta organización en la prevención de la obesidad y el sobrepeso a partir de una alimentación sana y una actividad física regular se había centrado en los niños y niñas de entre 3 y 12 años. Pero, como ayer indicaba Sarasúa, los estudios demuestran que «los problemas vienen de antes» y por ello se han planteado hacer una experiencia de vanguardia utilizando la red pública de centros de bebés, que ahora mismo tiene unas 850 plazas.

De todas maneras, las acciones divulgativas de la Fundación Thao en Gijón buscan alcanzar a unos 20.000 niños y movilizar a todo el tejido asociativo de la ciudad, y no sólo a los centros educativos, para conseguir que el mensaje llegue a las familias. «Tenemos que trascender a las familias porque muchas veces hay una disfunción entre lo que los niños comen en el colegio y lo que comen en casa, por ejemplo las verduras», indicaba la alcaldesa de la ciudad antes de sentenciar que «los hábitos que se adquieren en la infancia repercuten en la salud futura de las personas». «La obesidad es la epidemia del siglo XXI y el problema no es que los nenes coman bien en el cole, sino que adquieran hábitos saludables», indicó en varias ocasiones Sarasúa. Informes de su organización detectan que el 29,3% de la población infantil tienen problemas de obesidad (88,2%) o sobrepeso (21,1%). El porcentaje es también aplicable a Asturias.

El reparto de materiales y el desarrollo de programas específicos en Gijón comenzará a principios de verano, pero Sarasúa adelantaba ayer dos acciones «singulares» para presentar la Fundación Thao a los gijoneses. Una de ellas se está preparando para el fin de semana que viene con la intención de hacer una concentración lúdica en una playa de la ciudad, y la otra tendría lugar en El Molinón el 15 de mayo «siempre y cuando el Sporting esté salvado. O no me autorizará el presidente», indicaba con una sonrisa Sarasúa ante una auditorio con presencia de responsables de centros educativos de la ciudad, el Consejo Escolar Municipal, entidades sociales como el Grupo Covadonga y organizaciones profesionales como la Unión de Comerciantes o la Asociación de Hostelería. «La clave del éxito que podamos tener es que toda la ciudad se implique en el tema», explicaba el director de Desarrollo de la Fundación. La coordinadora local del programa Thao de salud infantil es Covadonga Alonso Pidal.