J. MORÁN

«No hay democracia sin medios de comunicación libres, críticos e independientes», sentenció ayer Xuan Cándano al presentar el último número, el 14, de la revista «Atlántica XXII», que ha cumplido ya dos años como publicación «alternativa y con el orgullo de ser vanguardia». Cándano, director de la revista, intervino en un acto del Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón junto a otros promotores y fundadores de la publicación: el psiquiatra Guillermo Rendueles, el abogado y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA Francisco Prendes Quirós y el escritor Milio Rodríguez Cueto.

El director del Club, Luis Miguel Piñera, elogió en la revista el «espíritu combativo que hoy escasea tanto», y que se inauguró «desde el número primero y su editorial fundacional "Contra la resignación"». Guillermo Rendueles centró su intervención en razonar por qué hay que disponer de «libros y revistas como buenos huéspedes que nos hagan mejores, según la idea de Steiner». El psiquiatra lamentó la «falta de preocupación e indiferencia perjudicial para nuestra vida ética», que es el resultado de «reducir los intereses sobre la realidad, adquirir un conocimiento falso de ésta, o llegar al desinterés sobre la verdad». La consecuencia de todo ello serán «los sujetos sin voluntad». En cambio, Rendueles elogió la afirmación del intelectual ?i?ek, psiquiatra lacaniano y marxista, que ha asegurado que «sus diferencias con el Tea Party son de principios; en lo demás está de acuerdo», es decir, en la intervención de los individuos en la vida pública y política.

Guillermo Rendueles describió asimismo la «derrota del "nosotros", la retirada a la intimidad y la desaparición de la vida pública», reducida ésta a que en ella se busque «lo mismo que en las revistas de cotilleo». Frente a ello, y evocando el «afán por leer la revista "Triunfo" durante la Transición», Rendueles reivindicó un publicación como «Atlántica XXII», dirigida a «ciudadanos que interactúan». Milio Rodríguez Cueto, que ofrece en cada número la sección «Casting» -«travestir de actores a personajes públicos asturianos»- destacó el «espíritu libertario general de una revista importante, independiente». Para verificar esto último «nada más hay que ver la poca publicidad que tiene». No obstante, Paco Prendes Quirós puso la pega de que «la bimensualidad de la revista es una cruz tremenda», circunstancia que obliga a crear «un producto muy elaborado y muy pensado», para que «no pierda actualidad». Prendes abogó por «hacerla quincenal, que sería el ideal, o llegar a la periodicidad mensual». Sin embargo, el abogado gijonés se congratuló de que la revista aborde cuestiones como la «corrupción en Asturias». Concretamente, el número 14 lleva en portada el titular «La corrupción y el "efecto Cascos", a las urnas».

Xuan Cándano expuso que «los 650 suscriptores y 1.300 ejemplares vendidos en quiosco» significan que la revista «va bien de dinero», pero pese a ello «no aparece un editor que multiplicaría su impacto mediante una gestión empresarial». Cándano incidió en que «la crisis de la democracia y de lo público va de abajo arriba, y tenemos la clase política que nos merecemos y la crisis de los medios que nos merecemos». En este sentido, «la pérdida de identidad de la prensa, agachada ante los políticos o los poderes económicos», está encontrando alguna salida en los «medios alternativos» que puedan evolucionar del «voluntarismo a la profesionalidad».