M. CASTRO

El fracaso en el intento de venta de los restos de carbón almacenados en la balsa de finos de Mina La Camocha y bajo las escombreras ha dejado a los administradores concursales de la empresa sin fondos suficientes para eliminar las dos escombreras que acumulan los estériles que se originaron durante décadas de actividad extractiva.

La obra portuaria consumió 686.052 toneladas de escorias de La Camocha. En los terrenos mineros aún permanecen 1,99 millones de toneladas de estos estériles, entre las escombreras Norte y Sur. Si los administradores concursales no logran vender el material para el relleno de obras públicas, como el polígono industrial de Bobes (Siero) o la Zalia, el material se tendría que trasladarse a un vertedero, para limpiar la zona. El coste de esa operación ronda los seis millones de euros. Una cantidad que habría quedado cubierta si hubiera cuajado la venta del carbón de la balsa de finos y el que hay bajo las escombreras a la empresa Posada Organización, que ofreció algo más de 7 millones de euros por esos activos en la subasta pública que se efectuó en el Juzgado de lo mercantil número 1 de Oviedo el 14 de enero.

La venta no cuajó al incumplir Posada Organización los requisitos previstos en el plan de liquidación de los activos de Mina La Camocha que aprobó el juez. La empresa no depositó los 351.000 euros de aval bancario que se exigían ni concretó el precio real que iba a pagar por esos finos de carbón, dado que días después de la subasta condicionó la oferta a las negociaciones que estaba manteniendo Posada Organización con empresas eléctricas para suministrarle esos finos de carbón (se calcula que más de 813.000 toneladas de restos de mineral de mala calidad) como combustible para centrales térmicas. Los administradores concursales han solicitado al juez que decida si autoriza o no las condiciones que ha puesto Posada Organización para adquirir el mineral, pendiente también de ensayos para determinar la calidad final y la cantidad de carbón que existe en la balsa y bajo las escombreras.

La otra vía que tienen los administradores concursales para intentar captar fondos para acometer las labores de cese de la explotación minera es el Estado. El problema es el distinto punto de vista al respecto de la administración central respecto a los responsables judiciales, que está motivando sucesivos pleitos entre la administración concursal y la abogacía del Estado sobre las reclamaciones de pago de gastos a la mina.

Así las cosas, los administradores concursales reconocen en el último informe remitido al juez que «los recursos disponibles en estos momentos son muy escasos, lo que nos obliga a retrasar dichas labores hasta que se disponga de los suficientes medios o fondos dinerarios o financieros».

La recuperación ambiental del suelo de Mina La Camocha es una de las reclamaciones de los vecinos de Vega, así como la conservación del patrimonio industrial. Los vecinos han exigido al Ayuntamiento que bloquee el plan del administrador concursal para iniciar el derribo de edificios. Reclaman que antes se elabore el plan especial previsto por la normativa urbanística para la zona.