M. C.

El colectivo que defiende la conservación de Naval Gijón, en el que participan historiadores y otros ciudadanos a título particular junto a CC OO y CSI y a asociaciones como el Ateneo Obrero, dieron ayer un paso adelante en la defensa del patrimonio industrial de Gijón al exigir que el Ayuntamiento impida el derribo de las instalaciones y edificios de Mina La Camocha hasta que no se realice un estudio en profundidad de las mismas para determinar qué debe conservarse.

Este grupo se suma al llamamiento que ha hecho la Asociación de Vecinos «San Emiliano» de Vega para que el Consistorio bloquee cualquier derribo antes de que se elabore el plan especial que deberá ordenar los antiguos terrenos mineros, tal como prevé el catálogo urbanístico.

La administración concursal de Mina La Camocha ha sacado a subasta los trabajos de derribo de edificios y recuperación de metales de los mismos como chatarra. Pese a que no se ha elaborado el plan especial que exige la normativa urbanística, los administradores dieron ese paso después de que el concejal de urbanismo, Pedro Sanjurjo, hubiera visitado las instalaciones mineras hace unos meses.

Francisco Prado Alberdi señaló ayer que «nos preocupa el tema de Mina la Camocha» y las denuncias vecinales al respecto. Rubén Vega agregó que «Mina La Camocha y el dique de Naval Gijón son los dos elementos más emblemáticos de arqueología industrial» en el concejo. «Desde Jovellanos y su Escuela de Náutica y Mineralogía, el eje de esta ciudad fue la fachada marítima y el carbón que había detrás». Una razón para conservar el conjunto de la única mina de hulla Gijón, agregó.