El gijonés Sergio Sánchez Collantes, tras su reciente tesis doctoral, está considerado como el máximo experto en el republicanismo asturiano del siglo XIX. Y nació el mismo año en que los españoles, los gijoneses también, podíamos elegir por primera vez tras cuatro décadas a nuestros representantes municipales. A nuestros alcaldes o alcaldesas. Nos cuenta Sergio en ese libro, «Sediciosos y románticos» (que hoy se presenta en el centro municipal de La Arena a las 19.30 horas), varios casos, en Asturias, de insurrecciones de signo democrático y republicano. Levantamientos contra la autoridad en defensa de la libertad, de la justicia y del progreso. Fracaso rotundo fue el resultado en todas las ocasiones. Pero algunos tenemos la impresión de que algo nos quedó en el sustrato de los gijoneses, y de las gijonesas también. Algo de rebeldía, algo de indignación. Algo tenemos en nuestra esencia que nos llama a la acción. Algo nos quedó, nos queda, de insurgentes que nos hace pensar que la peor actitud es la indiferencia.

Estoy con Álvaro Cunqueiro, el escritor mindoniense que nació ahora hace un siglo, cuando reflexionaba con estas palabras: «En estos tiempos de confusión todos los caminos están tergiversados». Pues eso, en estos tiempos donde nadie entiende nada, hay que poner entre todos señales en los caminos. Sergio Sánchez Collantes nos orienta sobre ello en este libro, un libro decimonónico rabiosamente actual. Y nos muestra el ejemplo de ciudadanos díscolos de hace dos siglos -«demócratas de antaño», los llama- que fueron ejemplo de compromiso. Porque en aquel republicanismo está el molde de las fuerzas de progreso de ahora.