C. J.

Los treinta grados de calor sofocante que acompañaron en el inicio de la mañana de ayer en Gijón no fueron obstáculo para que más de 4.500 personas tomaran la salida en la VI Carrera de la Mujer de Gijón, batiendo récord histórico de participación en la ciudad. En el pistoletazo de salida, a las diez de la mañana, en Las Mestas, se daban cita deportistas de todas las edades, incluso bebés cuyos carritos empujaban las esforzadas madres, todas ellas provistas con la camiseta rosa que la organización entregó a todas las participantes.

Entre las inscritas en la multitudinaria cita se encontraba la presentadora Anne Igartiburu, madrina de la prueba, que cubrió los cinco kilómetros hasta la meta en apenas veintiséis minutos. Su presencia tenía un doble objetivo, por un lado, ayudar a visibilizar el problema del cáncer de mama, pero también animar a la práctica deportiva «que es muy buena», señaló al término de la carrera. Antes Igartiburu tuvo tiempo de departir unos minutos con la regidora gijonesa, Carmen Moriyón, hasta el pasado mes de mayo responsable de la unidad de cáncer de mama del hospital de Cabueñes.

La presentadora fue también la encargada de hacer entrega de un cheque a la junta local de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Este año la organización del circuito nacional de la Carrera de la Mujer donará 50.000 euros a la AECC, sumando ya más de 320.000 euros desde el inicio de las pruebas hace ya siete años.

Aunque el objetivo a vencer en la jornada de ayer era el cáncer de mama, la carrera también tuvo su merecido reconocimiento para la atleta Maica Rodríguez Suárez, que cruzaba la línea de meta en primera posición a las diez y veinte minutos de la mañana.

La joven, exultante, recordaba que la pista de Las Mestas es su lugar de entrenamiento diario, «ganar aquí es especial». Al mismo tiempo recordaba lo emocionante de cruzar el paseo del Muro lleno de gente «dando ánimos». «Es mi primera vez, pero algo para repetir, seguro», declaraba.

Para la alcaldesa de Gijón el triunfo residía en el reconocimiento de la sociedad civil al cáncer de mama. «Ya quisieran los pacientes con otras patologías que estuvieran tan normalizadas como esta», señaló. Moriyón se emocionaba al recordar a la cirujana Pilar Espina, fallecida hace tres años, compañera suya en la unidad de mama de Cabueñes, y también una persona muy querida y comprometida con causas sociales.

La madrina del circuito Anne Igartiburu, destacó el gran apoyo que representa para superar el cáncer de mama la Carrera de la Mujer. «Se está haciendo mucho», indicó. La alcaldesa Moriyón, cirujana de profesión, aprovechó para animar a muchas corredoras que antes habían sido pacientes suyas.