R. G.

El Juzgado de primera instancia número 5 de Gijón ha decidió aplazar, presumiblemente hasta después del verano, la vista oral del procedimiento judicial que ha emprendido una asturiana contra la multinacional Nestlé, a la que acusa de la enfermedad que desde hace varios meses padece su perro, «Pavel». Los problemas comenzaron cuando el animal tenía sólo unos meses de vida. El can perdió pelo y adelgazó después de morder un juguete de goma que disparó, según los veterinarios, su producción de hormonas femeninas, llegando a tener tantas como si se tratara de 40 hembras en celo.

El perro pesa actualmente 23 kilos y tiene un aspecto, según la denunciante Zita Llana, «muy enfermizo». La multinacional Nestlé, por su parte, reivindicó a través de sus portavoces, tras la primera vista del juicio celebrada en el mes de marzo, la legalidad de sus juguetes: «Nuestros productos están auditados y cumplen estrictamente con la regulación».

La denunciante asegura que no pretende ganar dinero: «Eso ahora es lo que menos me importa, los de la empresa ya han intentado llegar a acuerdos conmigo, pero lo único que solicito es que se retiren del mercado esos productos para que no hagan daño a nadie más y que se tenga mucho cuidado cuando se utiliza el plástico para la construcción de juguetes, porque puede generar muchos problemas a los animales, pero también a las personas». Zita Llana llegó incluso a enviar parte del juguete que hizo enfermar a su perro a un laboratorio de plásticos de la Universidad de La Coruña.

«Hasta la fecha no hemos podido hacer nada por él», asegura su veterinaria. Ahora Zita Llana sólo se plantea «llegar hasta el final» con su lucha.