R. GARCÍA

A imagen y semejanza de otras regulaciones similares que ya funcionan en ciudades como Salamanca o Bilbao, donde está limitado con amenaza de sanción el consumo de alcohol en la calle. Así quieren hacer los responsables de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Gijón la futura ordenanza municipal contra el «botellón», que podría por tanto recoger sanciones económicas contra quienes incumplan la normativa. El equipo municipal que prepara la nueva regulación anunció, además, el pasado jueves la puesta en marcha de contactos para preparar la nueva ordenanza. En los próximos días los responsables municipales se reunirán con hosteleros y vecinos para concretar cómo van a ser las normas a aplicar en Gijón. El partido que actualmente gobierna en la ciudad, Foro Asturias Ciudadanos, prometió en su programa electoral la elaboración de la ordenanza que ahora da sus primeros pasos.

Bilbao fue la primera ciudad de las ahora observadas en la que se aplicó la normativa contra el «botellón». Los encargados de dictar esta ordenanza aseguran que fenómenos como este «impiden que las personas puedan transitar libremente por las calles y disfrutar de espacios, plazas y zonas de esparcimiento por estar ocupados». Mediante la ordenanza, el área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento vasco pretendían además evitar «los graves daños en bienes públicos y privados» que producían los jóvenes durante las fiestas callejeras. Entre otras medidas, se recoge la prohibición total del «botellón», entendido como «el consumo de bebidas preferentemente alcohólicas no procedentes de locales de hostelería en la calle o espacios públicos por un grupo de personas cuando, como resultado de la concentración, puedan causarse molestias a las personas que utilicen el espacio público y a los vecinos». En este caso las sanciones económicas aplicables a quien consuma alcohol en la calle varían entre los 750 y los 3.000 euros según la gravedad de la infracción cometida. El dinero irá en todo caso destinado íntegramente a la financiación de programas municipales para el ocio de los jóvenes. El infractor tiene la opción de realizar trabajos o beneficios en favor de la comunidad para evitar el pago de la sanción. La Policía Local de Bilbao puede, por último, intervenir los envases o «demás elementos» que lleven quienes participen en el «botellón».

En Salamanca el Ayuntamiento publicó en el año 2009 una regulación similar que ahora también está siendo examinada por el gobierno municipal gijonés. Los regidores castellanos intentaron en este caso extender la regulación a otros ámbitos. La ordenanza recoge los requisitos necesarios para la venta de alcohol en bares y cafeterías o la publicidad que se puede realizar de las bebidas con alta graduación alcohólica.

La regulación municipal salmantina establece en este caso que «el consumo de bebidas alcohólicas sólo podrá realizarse dentro del recinto cerrado de los establecimientos autorizados y destinados a dicho consumo directo». El consumo de alcohol en la vía pública o fuera de los espacios en los que está permitido (como, por ejemplo, las terrazas) es considerado una infracción leve que es sancionada con una multa de entre 30 y 600 euros. La Policía Local de Salamanca puede intervenir las bebidas en la vía pública cuando se carezca de la autorización pertinente para su consumo.