M. C.

La Coordinadora Ecologista de Asturias elogió ayer la decisión del gobierno local de Gijón de integrarse en el Pacto Europeo de los Alcaldes por una Energía Sostenible e instó a la alcaldesa, Carmen Moriyón, a frenar la instalación de una incineradora de basuras en Serín como «la mejor medida» contra el aumento de emisiones contaminantes.

«Nos alegramos de que Gijón haya anunciado que se sumará al Pacto Europeo de los Alcaldes por una Energía Sostenible, pero además de buenas intenciones del nuevo Consistorio, habrá que dar pasos decididos», señaló ayer la Coordinadora a través de un comunicado.

Sumarse al Pacto de los Alcaldes implica que el Ayuntamiento se compromete a rebajar más de un 20% sus emisiones de CO2 a la atmósfera. Este gas es uno de los principales causantes de cambio climático. La Coordinadora considera que sería incongruente integrarse en un proyecto para reducir las emisiones de CO2 y, al mismo tiempo, apoyar la incineración como alternativa para el tratamiento de las basuras. «La incineradora prevista en el concejo sería una gran productora de dióxido de carbono en una región que ya tiene el mayor nivel de dióxido de carbono por habitante de Europa. No sólo produciría CO2 sino también otros peligrosos contaminantes en una zona ya castigada» como las dioxinas, cuya acumulación en el organismo aumenta el riesgo de padecer tumores, apuntan los ecologistas.

El proyecto de la incineradora lo promueve Cogersa. Sin embargo, una postura del Ayuntamiento de Gijón contraria al mismo sería decisiva, según Fructuoso Pontigo, portavoz de la Coordinadora. Pontigo argumenta que Gijón ocupa la vicepresidencia de Cogersa y es el Ayuntamiento con mayor cuota en el consorcio por ser el municipio más poblado de Asturias. «El Ayuntamiento puede vetar la incineradora en Serín. Puede negarse a dar licencia y también puede alegar contra el proyecto, como hicieron el Ayuntamiento de San Sebastián y el de Alcor» en casos similares. «En su mano está», opinó Pontigo.

Los ecologistas también animan al Ayuntamiento y al Principado a «trabajar para que se reduzcan los niveles elevados de contaminantes producidos por una industria consentida en funcionar en precario y un tráfico excesivo» tomando las medidas correctoras que exige la ley que se tomen cuando se superan los niveles de contaminación peligrosos para la salud.

Mientras en otros municipios de Asturias los niveles de contaminación se redujeron en 2010, en Gijón se elevaron en dos componentes como las partículas de menos de diez micras en suspensión en el aire (relacionadas con enfermedades respiratorias, cardiovasculares y cáncer) y los óxidos de nitrógeno (relacionados con enfermedades del sistema respiratorio).

La Coordinadora dio datos: en 2010, el valor medio anual de las partículas en suspensión en el aire superó los límites fijados para proteger la salud humana en Gijón. La media anual fue de 41 microgramos de partículas por cada metro cúbico, cuando el tope fijado por la normativa es de 40, cifra que la Organización Mundial de la Salud (OMS) rebaja a 20 microgramos.

El nivel marcado por la OMS se supera de media dos veces al día en Gijón. El concejo tampoco sale bien parado si se mide con la vara más alta de la normativa, que señala que no deberían de superarse los 50 microgramos más de 35 veces al año. En 2010 se superó ese nivel en 79 días. Los peores datos se recogieron en la Avenida de la Argentina.

Las cifras también fueron negativas en otro contaminante, el dióxido de nitrógeno, cuyos niveles alcanzaron límites peligrosos para la salud en seis meses de 2010 (el primer y el último trimestre), superando los 40 microgramos por metro cúbico. Las peores mediciones se dieron en las estaciones de la avenida de la Constitución y de Hermanos Felgueroso.