L. P.

En apenas un mes, dos alumnos han pasado de tener suspensa la asignatura de Matemáticas a lucir en sus expedientes un par de notables. Los padres de los dos estudiantes de cuarto curso de la ESO en la Inmaculada prefieren no expresar con palabras su extrañeza ante semejante variación en la calificación final de sus hijos, y dejar que hable por sí sola la resolución de la Consejería de Educación y Universidades que ha zanjado su reclamación.

Los progenitores, no conformes con las notas escolares de los niños, presentaron una reclamación ante el organismo competente en el Principado y el resultado ha sido que, de suspender la materia, sus hijos han pasado a tener unas notas muy altas. Aunque prefieren huir de polémicas, quieren dejar constancia de que, según la resolución dictada por la Consejería, el Colegio de la Inmaculada «no establece un procedimiento de evaluación claro, no concreta los instrumentos de evaluación que se van a aplicar y los criterios de calificación son poco concretos y ambiguos», según recoge el documento.

Así, los alumnos han remontado sus calificaciones gracias a una nueva valoración de las notas de actitudes y de la observación de su trabajo en el aula. Según los padres, se ha vulnerado el derecho de sus hijos a que su rendimiento «sea valorado objetivamente».