Luján PALACIOS

Algún lloro a primera hora, ganas de reencontrarse con los compañeros en el patio para relatar las batallas veraniegas y varios meses por delante para aprender mucho. Cerca de 18.000 alumnos gijoneses de Infantil, Primaria y Educación Especial comenzaron ayer el curso escolar 2011-2012 en el concejo con algunas obras relevantes pendientes, y en el caso de Pinzales, sin profesores. En toda Asturias lo hicieron más de 67.500 estudiantes.

Los pequeños tomaron las aulas desde primera hora de la mañana, aunque en algún centro la recepción de los alumnos se hace de manera escalonada. Y si bien el curso arranca con relativa normalidad en la mayoría de los centros, aún hay importantes trabajos sin finalizar. Los representantes municipales quisieron dar ayer especial relevancia al Colegio Ramón de Campoamor, en El Coto, que está a la espera de una obra muy demandada por los padres: el curso pasado salieron a la calle para reclamar el inicio de las obras de un nuevo colegio para Primaria, después de que hubiera que demoler el anterior por problemas en su estructura.

La alcaldesa, Carmen Moriyón, y el concejal de Educación, Carlos Rubiera, dieron por inaugurado el curso en Gijón en las aulas de Infantil. El resto de los alumnos, hasta que arranquen las obras de construcción del centro nuevo, deben desplazarse en autobús hasta el Colegio de Los Campos, donde han sido realojados de manera provisional.

El titular de Educación aseguró ayer que, en lo que toca al Ayuntamiento, se pondrán manos a la obra para adecuar el patio de Infantil, convertido en una escombrera tras las obras de demolición del viejo edificio. En este sentido, será necesario «levantar un murete para cerrar el perímetro, asfaltar el patio y crear un tejadillo», especificó Carlos Rubiera, que fijó la finalización de las obras «a más tardar, para cuando vuelvan de las vacaciones de Navidad, el próximo mes de enero».

La Consejería de Educación del Principado, por su parte, licitará la próxima semana las obras del nuevo colegio, que compartirá instalaciones con el cercano IES Calderón de la Barca, tal como indicó la Alcaldesa, quien consideró «muy difícil» establecer en qué momento finalizarán las obras del nuevo centro. En todo caso, aseguró, «estaremos encima, para que se cumplan los plazos».

Y comoquiera que los niños de Infantil del Campoamor mostraron mucho entusiasmo ante la visita de la regidora, «a la que vemos en la tele», Moriyón les cursó una invitación formal para visitar el Ayuntamiento. Los pequeños aceptaron encantados.

Las visitas municipales continuaron en el Colegio Cervantes, en El Cerillero, donde la Alcaldesa y el concejal tomaron buena nota de algunas demandas de la dirección y los padres, como la de construir una nueva entrada.

La nueva Corporación municipal asiste al inicio del curso escolar con la voluntad de «formar parte de las actividades y el aprendizaje de los niños», como apuntó Carmen Moriyón, y con una reunión pendiente con la Consejería de Educación. En este encuentro, Carlos Rubiera tiene previsto plantear la demanda de los educadores de las escuelas de 0 a 3 años para pasar a formar parte de la red general de Educación. «Sería deseable que así fuera», indicó el concejal, quien también se refirió a los planes de su concejalía para replantear estos centros. Según indicó, el Ayuntamiento estudiará «en qué zonas se necesitan realmente escuelas de 0 a 3 años», toda vez que «queremos que se vean estos centros como un recurso de apoyo a las familias para favorecer la conciliación laboral, y no como un centro más al que deban ir todos los niños». En este sentido, Carlos Rubiera apuntó que en Tremañes se han anulado este curso las dos aulas previstas para bebés por la falta de demanda.

El curso se inició también a la expectativa en otro de los centros pendientes de acabar con unas obras que traen de cabeza a los padres. El Colegio Jovellanos albergó ayer el habitual bullicio en el patio, mientras los trabajos para recuperar el edificio histórico del centro continúan con la previsión de terminar para diciembre. Será en ese momento, si se cumplen los plazos, cuando entren en servicio el comedor y el gimnasio y se pueda iniciar la fusión con el Colegio Cabrales.