R. G.

La Policía Nacional detuvo el pasado fin de semana a dos jóvenes acusados de robar 500 euros en la máquina registradora de un bar situado en la calle San Bernardo. Los ahora arrestados forzaron la entrada del local y se apoderaron del dinero de la recaudación. Los jóvenes se alejaron rápidamente del establecimiento dejando a su paso un rastro de monedas que siguieron los policías hasta la discoteca en la que se intentaban esconder para pasar desapercibidos.

El suceso tuvo lugar alrededor de las seis de la madrugada del pasado domingo. Los dos detenidos, de 19 y 27 años de edad, habían guardado su botín en el forro de la chaqueta y en sus «partes íntimas» tal y como relataron ayer los portavoces de la Comisaría. El arresto de estos dos acusados fue realizado dentro del dispositivo especial de seguridad que cada fin de semana ponen en marcha las fuerzas de seguridad presentes en Gijón. Los agentes identificaron durante las noches de viernes y sábado a 129 personas deteniendo, además de a los dos acusados de robo, a un joven de 18 años acusado de arrojar una botella de cristal contra un coche patrulla del que habían salido dos funcionarios que pretendían identificarle como participante en una riña en la vía pública. El acusado, que contaba con numerosos antecedentes policiales por atentado contra agente de la autoridad, se resistió a su arresto lesionando a uno de los agentes en un hombro.

Los funcionarios de la Policía Local del Ayuntamiento de Gijón, por su parte, realizaron 194 controles de alcoholemia de los que 17 tuvieron un resultado positivo. Siete conductores fueron detenidos por superar la tasa de 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire expirado, recogida en el Código Penal como delito. Además, los agentes denunciaron a dos establecimientos de hostelería: uno en Contrueces por infringir el horario de cierre y otro en la calle Jovellanos por no presentar la licencia de apertura y carecer de carteles informativos acerca de sus horarios, el aforo y la prohibición de vender alcohol a menores.

Los funcionarios de la Guardia Civil de la Comandancia de Gijón realizaron 309 pruebas de alcoholemia de las que seis resultaron positivas. Los agentes de la Benemérita identificaron además a 366 personas. Tres ciudadanos fueron denunciados por incumplir la ley del tabaco y uno por infringir la normativa de prohibición de venta de alcohol a menores de edad.