«Sobran talentos en Asturias». El consejero de Economía y Empleo, José Manuel Rivero, se refirió ayer el escaso número de oportunidades que, todavía hoy, existen para los jóvenes titulados del Principado. «El sistema actual tiene una tara y es necesario reconducir esa situación», subrayó el representante autonómico durante la presentación de la cátedra Indra-Universidad de Oviedo en la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón. Por ello, Rivero apostó por establecer nuevos nexos de colaboración de la Universidad con las empresas. «La convergencia entre instituciones académicas e innovadoras es requisito imprescindible para rentabilizar el conocimiento», indicó el Consejero, al tiempo en que insistió en la idea de que «no hay mejor medicina que la innovación».

La multinacional Indra, con presencia en Gijón desde 2008, permitirá acelerar a través de esta nueva cátedra esa convergencia demandada ayer por las autoridades locales y regionales durante el acto celebrado en la Politécnica. El consejero de Economía habla de «derroche de competencias» con la salida de jóvenes titulados de la región e insta a buscar modelos productivos innovadores que pongan en relación directa «el conocimiento científico y el empresarial». Para Fernando Couto, concejal de Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Gijón, uno de los grandes retos de la Universidad moderna es, precisamente, establecer cauces claros para que el trabajo que se realiza en las aulas alcance al entorno socioeconómico más inmediato. En el cumplimiento de ese objetivo tendrá mucho que ver la nueva cátedra, a juicio del rector, Vicente Gotor. «Nuestros valores más sagrados son nuestro conocimiento y nuestro potencial investigador. El reto es que eso se transforme en un bien útil para la sociedad», manifestó, convencido de que el acuerdo suscrito ayer «será fructífero». En esa misma línea, el consejero de Economía destacó la «excelente cantera» de futuros profesionales que representa el «software lab» de Indra en Gijón, inaugurado en enero de 2010. Por ello, la nueva cátedra universitaria, que estrecha las relaciones entre la multinacional y la institución académica, tiene para Rivero «especial relevancia».

La iniciativa surge de la fuerte vinculación forjada con la Politécnica gijonesa en los inicios de la multinacional en Asturias. De hecho, el director de la cátedra, el profesor Javier Tuya, señaló a Hilario López, director de la Escuela de Ingeniería, y a Venancio Ranz, responsable del «software lab» de la empresa en Gijón, como las dos personas «clave» en este proyecto. «Sin su tesón y su fuerte decisión no hubiera sido posible», indicó Tuya.

La empresa suma en la actualidad un total de 67 empleados en su sede del Parque Tecnológico de Cabueñes, el 95 por ciento de ellos son titulados de la Universidad de Oviedo. Además, dos alumnos galardonados por el Ayuntamiento de Gijón en la última edición de sus premios universitarios realizaron su proyecto fin de carrera en la empresa, a la que finalmente terminaron incorporándose. Tras la «intensa relación» que mantenían hasta la fecha con la Politécnica, se abren ahora grandes puertas a una colaboración todavía más fructífera entre ambas instituciones, según Venancio Ranz.