C. JIMÉNEZ

Conocer cómo de «verde» es la conducción que uno realiza en sus desplazamientos al trabajo ya es posible gracias al proyecto «Ecomilla», promovido por las empresas del Parque Tecnológico ADN Mobile Solutions, Fivelines y Simbiosys. La iniciativa, focalizada en la «milla del conocimiento» gijonesa, que abarca todo el ámbito espacial comprendido entre el Hospital de Cabueñes, el campus universitario, la Laboral, el Jardín Botánico y el Intra comprende un triple beneficio: económico, social y ambiental, sostienen sus promotores. Un sensor colocado bajo el volante y conectado al móvil registra todo tipo de datos sobre las necesidades de movilidad del conductor: desde sus localizaciones más frecuentes, a los tiempos de desplazamiento, hábitos en la conducción, y puntos neurálgicos del tráfico en su trayecto diario al trabajo.

Marcos Viñuela, director del proyecto, de la empresa Simbiosys, ha sido uno de los primeros en comprobar la efectividad de este sistema. No necesitaba un sensor en el coche para averiguarlo pero ha podido constatar con datos empíricos que resulta más eficiente su trayecto diario desde su domicilio hasta el Parque Científico y Tecnológico si opta por el recorrido del Muro en lugar de la avenida de Pablo Iglesias. «El objetivo es que los conductores tomen conciencia de lo que pueden ahorrar, además del beneficio ambiental que representa», subraya Viñuela. Más datos. Otra de las novedades de «Ecomilla» es que, por primera vez, se presenta como una iniciativa enfocada a la toma de «decisiones estratégicas» posteriores por parte de la Administración. El Ayuntamiento de Gijón podrá observar en todo momento, a través de un panel global de control, el estado del tráfico en el entorno de la «milla del conocimiento». Y a través de datos «amigables», como la correspondencia en hectáreas de bosque que representan las emisiones de CO2 de cada vehículo, los usuarios podrán conocer el diagnóstico de su conducción en tiempo real. Como ejemplo, si en un momento concreto la marcha de desplazamiento del vehículo no es la apropiada, se recibirá una alerta en el móvil para realizar el cambio adecuado. Asimismo se aportará una estimación de ahorro a 12 meses.

«Desde la Unión Europea nos piden la involucración del ciudadano en la obtención de datos para desarrollar políticas de acción», apunta Abel Rionda, director tecnológico del proyecto «Ecomilla» y uno de los fundadores de ADN Mobile junto con David Martínez. En este caso, añade Emilio Jiménez, responsable de comunicaciones de Fivelines, la Administración podrá fundamentar sus decisiones «en datos reales». Con la información del panel global que se creará a partir de los 250 usuarios que tomarán parte en este proyecto piloto se podrán enviar en un momento dado alertas vía móvil sobre la congestión de determinados puntos de la vía. Eso sí, advierten de que todos los datos serán tratados con la máxima confidencialidad: «No queremos que nadie se sienta vigilado. Únicamente registramos los datos en el trayecto al trabajo. Al finalizar la jornada se apaga el sensor y el Ayuntamiento recibe datos generales, no particularizados».

El objetivo final del proyecto es analizar «en cuánto se puede mejorar» a nivel particular para vincularlo después a valorar concretos de eficiencia energética, extrapolándolos después al ámbito general de la «milla del conocimiento». Las estimaciones más optimistas apuntan que se pueden lograr ahorros en torno al 15 por ciento. «Nuestro objetivo es encontrar la metodología para una movilidad más eficiente», apunta Emilio Jiménez, quien recuerda que «Ecomilla» representa una «oportunidad pionera» de realizar una prueba real a escala.

En este momento las tres empresas se encuentran en pleno proceso de captación de la muestra. Se pretende que las 250 personas que participen del proyecto representen de forma equilibrada todas las entidades asentadas en la «milla del conocimiento». «A nosotros nos ofrece datos manejables y vamos a aprender muchísimo. La ventaja para cada usuario es que ve resultados día a día de su conducción, jugando con el componente de autodescubrimiento», explica Rionda. Una conducción eficiente repercute además en la vida del coche, añade el responsable de desarrollo tecnológico. Para completar el análisis de datos cuentan con el apoyo del «cluster» de energía de la Universidad de Oviedo, además de los grupos de investigación expertos en la materia. «Se hará a escala pequeña, convirtiendo a Gijón en una ciudad laboratorio pero tiene mucho interés desde el punto de vista del manejo de la información para futuro», concreta Emilio Jiménez. Su filosofía es: medir, analizar y actuar.

Las tres empresas mantenían una colaboración previa y consideran que sus valores se encuentran «muy alineados» con los principios de «Ecomilla». «No sólo nos mueve un objetivo económico sino las componentes social y ambiental», concluyen. La inversión total asciende a 200.000 euros y cuentan con el apoyo de la Consejería de Economía y Empleo, el IDAE y la Universidad de Oviedo.