R. GARCÍA

La fiscalía de Gijón está bajo mínimos. Al menos en lo que a personal auxiliar se refiere. En la oficina del ministerio público de los Juzgados locales trabajan actualmente nueve funcionarios que deben hacerse cargo de las gestiones derivadas de casi 30 órganos jurisdiccionales. El concurso de traslado complicará aún más si cabe la situación en las próximas dos semanas, tal y como se denuncia desde la fiscalía. Cuando lo deseable sería la existencia de un funcionario por cada uno de los 14 fiscales gijoneses, durante los próximos días el ministerio público contará sólo con cuatro funcionarios.

«Lo que pedimos con esta plantilla tan escasa es que al menos esté siempre completa y se cubran desde el primer momento las ausencias de cualquier tipo, ya sean bajas, vacaciones o jubilaciones», asegura Rosa Álvarez, fiscal jefe de Gijón. Las necesidades ya han sido planteadas ante la Dirección General de Justicia del Gobierno del Principado de Asturias, por lo que la fiscalía espera recibir una respuesta próximamente. «Esta falta de funcionarios va a ralentizar sobre todo el trabajo de la sección civil, y eso, en definitiva, a quien va a afectar es al ciudadano», reflexiona Álvarez, quien asegura que a partir de esta semana, cuando cesarán los tres funcionarios que integran esa sección, «no va a quedar ningún trabajador en civil en unos diez días. En esta área a veces hay asuntos muy urgentes, que intentarán asumir las dos personas que quedan en la parte penal con la colaboración de las dos funcionarias de auxilio».

Las cifras que se manejan son alarmantes. La fiscalía de Gijón asumió sólo durante 2009 un total de 1.295 procedimientos abreviados en lo penal y tramitó casi 2.000 expedientes en materia civil, a los que hay que sumar las guardias que se establecen de lunes a domingo cada semana, cubriendo las jurisdicciones de Gijón, Villaviciosa y el Juzgado de violencia de género. En 2010 la cifra aún aumentó más, según fuentes jurídicas. En todos estos servicios los fiscales trabajan con el auxilio de los funcionarios. La crisis y el consiguiente aumento del número de demandas y denuncias hacen cada vez más necesaria la ampliación de la plantilla.