P. T. / R. G.

«Un gran amigo, un gran sportinguista y un gran profesional». Manuel Vega-Arango, presidente del Real Sporting de Gijón, recordaba ayer así al arquitecto Miguel Díaz-Negrete, que llegó a ser vicepresidente del club rojiblanco cuando Vega-Arango aún eran futbolista, en los 60. «Hemos tenido siempre una muy buena relación. Hoy es un día triste porque se va una de esas personas que han contribuido a hacer el equipo grande cada domingo en el campo, y desde los puestos de responsabilidad», concluía el presidente del Sporting. Sin ir más lejos, la pasada semana Miguel Díaz-Negrete había participado en la entrega de insignias a los veteranos del equipo.

Pero no sólo en el conjunto local era recordada ayer la figura de este ilustre arquitecto gijonés. El ex directivo del Real Oviedo Cándido Llaneza, también compañero de profesión de Negrete, acudió ayer al tanatorio para expresar su pesar a los familiares del difunto: «Nos veíamos con frecuencia, los dos éramos los mayores de los arquitectos en activo en Asturias porque el resto están ya jubilados», recordaba con cariño este profesional asturiano.