C. JIMÉNEZ

Los trabajadores de la Cámara de Comercio de Gijón demandaron ayer que el presupuesto de 2012 incluya un plan de viabilidad para asegurar tanto el futuro de la entidad cameral como el de sus propios puestos de trabajo. Tras conocerse que el presidente, Félix Baragaño, presentará esta semana al pleno un presupuesto a la baja que incluye un recorte de más de millón y medio de euros respecto al presente ejercicio, la plantilla considera que debería analizarse en profundidad de dónde proceden los ingresos y ver qué líneas se pueden potenciar. Todo, con el objetivo de «sacar la empresa adelante». Los trabajadores desconocen aún a cuántas personas afectará el expediente de regulación de empleo que se prevé en el proyecto presupuestario de Baragaño. Lo que sí es seguro es que el coste de personal de plantilla pasará de los 2.431.862 euros del actual ejercicio a 1.834.181 euros previstos para 2012, según el informe elaborado por la consultora Vaciero. Además, la Cámara se ahorrará otros 300.000 euros en contratos eventuales. Una decisión que ha «sorprendido» a la plantilla.

En la recta final del último mandato de Luis Arias de Velasco al frente de la entidad, el pasado verano, se presentaba un informe sobre las cuentas de la entidad cameral que incluía un expediente de regulación de empleo, «por causas objetivas», que afectaría a 44 de los 69 empleados de la Cámara. La indemnización planteada era de 20 días por año trabajado. La plantilla advirtió en ese momento de la necesidad de «elaborar otro estudio serio para buscar otras vías de solución». Consideraba «una salvajada» esa decisión y anunciaba una lucha «hasta el final», recabando el apoyo de instituciones y partidos políticos para demostrar que si se trabajara por la entidad, resultaría «viable». «Se está dejando morir mucha actividad que generaría ingresos», apuntaron los representantes de los trabajadores.

Aunque una parte de la plantilla «entiende» que haya un recorte, confía en que una vez sea debatido en pleno, se proceda a exponer a los trabajadores los términos de ese acuerdo. «Lo que no se pueda mantener, habrá que negociarlo», afirman fuentes de la institución empresarial.

Además del ERE, Baragaño someterá al pleno la aprobación de un presupuesto extraordinario para financiar el coste de los despidos previstos en el expediente de regulación. El presidente de la Cámara de Comercio remarcó en la toma de posesión del cargo, el pasado octubre, su intención de recuperar «la senda de la solvencia económica y del prestigio social merecido» para la entidad cameral. El próximo jueves se decidirá si la regulación de empleo que plantea ahora Baragaño sale adelante.

La reorganización laboral en la Cámara de Comercio e Industria de Gijón se abordó en varias reuniones del comité ejecutivo y el anterior director general, Camilo Vázquez, a finales del pasado verano, en las que también se informó de los avances en el estudio de viabilidad elaborado entonces por Garrigues a los miembros del comité. Los partidarios del ajuste insistían en los elevados costes salariales que representaba para las arcas de la entidad cameral mantener los números actuales de plantilla.