Los escultores trabajan sobre dibujos y pequeños modelos. El dibujo es la idea, la variación, la búsqueda de lo desconocido. Luego vienen pruebas de pequeño tamaño en volumen. Sigue el artista persiguiendo la forma, buscando y ensayando lo que intuye. Luego podrán llegar encargos a gran tamaño, escultura pública en el parque, en la ciudad. Así pasaba también antiguamente, cuando los artistas religiosos del Renacimiento y el Barroco hacían imágenes pequeñas de santos para despachos, sacristías o capillas palaciegas. Hoy en día, el tamaño pequeño de la escultura es adecuado para fincas o casas particulares. Podemos tener una escultura en nuestro salón de estar. Presentamos algunas muestras en este artículo.

1.- Juan José Plans. «Regreso del futuro», n.º 34.

No hace falta presentar a Juan José Plans Martínez (Gijón, 1943). Aquellos relatos novelados que hacía por las noches en Radio Nacional y tantos escritos y guiones. Ahora ha presentado en las Propuestas Van Dyck, calle Casimiro Velázquez, 12, una amplia serie de collages escultóricos o esculturas realizadas en papel. Ha trabajado en pequeño con las manos, como Jorge Oteiza con las tizas de su laboratorio o Rubio Camín, que a su vez hacía milagros con sus enormes manos sobre papel y otros materiales. Son unas 50 piezas las de Plans y a tres tamaños. Aquí va la n.º 34, de tamaño intermedio, presentada sobre tabla. Con un espejo detrás podemos hacernos la ilusión de verla en tres dimensiones. Lo del «regreso del futuro» va muy bien con sus historias de ciencia ficción. Como si alguien viniera a presentarnos desde otro planeta cómo eran las ciudades de la Tierra antes de su total destrucción por sus propios habitantes. Collage de volúmenes y sombras, arquitectura urbana del futuro, puramente geométrica, que ha perdido la memoria de las curvas orgánicas de los seres vivos del planeta contaminado.

2.- Carlos Albert Andrés ( Madrid, 1978).

Licenciado por la Facultad de Bellas Artes de Madrid, continuó su formación en el Camberwell College de Londres y el Círculo Europeo de Luxemburgo. También ha participado en cursos dirigidos por Martín Chirino. Su primera exposición acaeció en 1999: «La forja en Villa Iris», Fundación Marcelino Botín, Santander. A pesar de su juventud ha recibido desde el año 2001 cerca de cuarenta premios en concursos de escultura pública de diversas ciudades españolas. Ahora mismo coloca «La Constitución española. Un puente sobre grandes valores» (acero cortén, 250x350x180 cm., 1.500 kg.) en la plaza de la Constitución de Salamanca, junto al edificio de la Junta de Castilla y León. Vimos obra suya en el Museo Antón de Candás (2005). Tras participar en la exposición de Jóvenes Valores de Van Dyck (2011), su escultura «Lluvia», de 2 metros de altura, adorna una clínica de la ciudad. Aquí presentamos una variante en pequeño de esta serie. Lleva este joven escultor una carrera espléndida, trabajando esculturas de gran potencia formal en hierro y acero cortén, materiales de la escultura de nuestro tiempo.

3.- Ángel Baltasar Criado Ballesteros. (Madrid, 1955). «Susurros».

Licenciado en Bellas Artes por la Complutense de Madrid (1979), Criado Ballesteros es uno de los escultores ligado y promocionado por CAPA Esculturas, empresa que tiene su taller en Arganda del Rey (Madrid). «Susurros» (bronce a la cera perdida, enero 2006) es un buen ejemplo de adorno de salón: un tema amable -la pareja de enamorados que se hablan al oído- y una realización de gran modernidad. Valora tanto el vacío como el lleno, de acuerdo con la tendencia de Henry Moore y las doctrinas y planteamientos de Jorge Oteiza. Se encuentra en la Galería Bellas Artes, paseo de Begoña, 7.

4.- Emilio Velilla Ubago. (Madrid, 1959). «Pídola»

Se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, especializándose en talla en madera (1983). Pasa a tallar en piedra y a fundir en bronce en cursos dirigidos por Venancio Blanco. Expone individuales desde 1989. Es hoy uno de los artistas de CAPA Esculturas. Ha realizado varias obras de regalo corporativo. Su serie de «Mitologías» trata sobre el Minotauro, Sísifo, y el rapto de Europa por Júpiter disfrazado de toro. Muchos son sus trabajos acerca de los deportes (serie «Bruselas», 2005-2006) y de las inquietudes humanas (series «Lecturas» y «El sueño de la razón»).

Emilio Velilla cultiva un cierto esquematismo, componiendo figuras elegantes y alargadas, que terminan en planos recortados. Como esta representación del juego infantil «Pídola», que tiene en España cerca de cien nombres diferentes. Se encuentra la pieza fundida al bronce en la Galería Bellas Artes, paseo de Begoña, 7.

5.- Chano Navarro Betancor. (Las Palmas de Gran Canaria, 1971). «Tensión IV» (1998).

Licenciado en la Facultad de Bellas Artes de Granada (1996). Hace esculturas, dibujos, pintura y grabados. Está especializado en retratos en bronce. Sigue a Pablo Serrano, que hizo el monumento a Pérez Galdós en la plaza de la Feria de Las Palmas (1969). Tiene obra pública en Canarias, España y Brasil. Es también uno de los escultores de CAPA, presente en la Galería Bellas Artes de Gijón. La obra «Tensión IV (Interna)» es un estudio de la angustia que conecta con el monumento al «salto del pastor» que hizo en la rotonda de Aguimes. Es como si un anciano pastor descansara agotado sobre lo alto de su palo de saltar. Escultura alargada y expresionista en su desnudez. Un hombre vencido y anciano, que recuerda las figuras de Alberto Giacometti.

6.- C. Buenaventura.

Carlos C. Buenaventura es hijo del pintor gijonés Carlos Cobián. En la Galería Bellas Artes del paseo Begoña, 7, tenemos sus primeras obras escultóricas, en planchas de hierro dobladas y en cuadradillo de hierro. Busca C. Buenaventura el volumen, la expansión dinámica de geometrías en el espacio. Sus obras en plancha pudieran parecer olas de ondulación triangular. Y las de cuadradillo suben como espirales realizadas con recortes de planos inclinados. Como si quisiera inventar algún nuevo poliedro, a base de vértices vacíos de cubos ensamblados.