A. R.

«La gente se queja de la contaminación. Ya no son sólo los vecinos de Monteana los que reclaman que se atienda su problema; ahora vecinos de muchas otras zonas muestran sus quejas por las partículas en suspensión», declaraba ayer Fructuoso Pontigo. El portavoz de la Coordinadora Ecoloxista sostiene que a su asociación llegan las advertencias de «nuevos vecinos que se han ido a vivir a la zona oeste, y que no estaban acostumbrados a la contaminación que hay en el ambiente y que es perfectamente perceptible en las viviendas», sostiene. Si la anterior concejala de Medio Ambiente del equipo municipal socialista solía tildar de «excesivamente alarmantes» y susceptibles de muchos matices las cifras de alerta que cada año daban los ecologistas asturianos sobre la contaminación en Gijón, Fructuoso Pontigo espera más receptividad de un grupo municipal, el de Foro Asturias, que incluyó el asunto del control medioambiental en su programa electoral. «Han dicho varias veces que es un tema que les preocupa, pero no tenemos constancia de que estén haciendo nada por atajar lo que ocurre. En octubre ya advertimos de que las cifras iban por mal camino, y ni se ha convocado el Consejo de Medio Ambiente ni se han dirigido a nosotros para nada», aclaró Pontigo. Para la Coordinadora, «las administraciones competentes, el Principado y el Ayuntamiento, deben asumir sus responsabilidades ante una situación que está derivada de un tráfico excesivo que debería regularse y determinadas industrias con unas instalaciones que no reúnen los requerimientos ambientales adecuados».

Según la OMS la contaminación en partículas PM10 está asociada a la aparición y el agravamiento de múltiples patologías; la exposición crónica aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias.