M. C.

Una empresa de Tremañes especializada en accesorios especiales para automóviles ha iniciado una campaña para recoger quejas de propietarios de vehículos «tuneados» contra la ITV de Asturias. La empresa canalizará esas quejas a través de la Asociación de Profesionales de Tuning y Accesorios, a la que pertenece.

Según explicó ayer el propietario de la empresa, Roberto Trabanco, el problema deriva del cambio en la normativa que se aplicó en enero de 2011. Hasta entonces todos los fabricantes de accesorios (llantas, amortiguadores, sistemas de freno o volantes especiales, entre otros) emitían un certificado general con el que el vehículo modificado podía pasar la inspección sin ninguna traba.

La nueva normativa establece, en cambio, que deben hacerse certificados individuales por modificaciones en cada coche y está redactada además de una forma «ambigua». Eso supone un gasto extra para los clientes de entre 200 y 400 euros, en función del número de dispositivos que tengan que certificar.

Según explicó Trabanco, mientras en provincias limítrofes como Lugo, Cantabria o León los vehículos tuneados pasan las inspecciones sin mayores problemas en la mayor parte de los casos, en el caso de Asturias les exigen sistemáticamente el certificado individual de reforma de importancia del vehículo.

La situación se agrava, según este empresario, por el hecho de que la normativa se aplica con retroactividad, lo que significa que clientes que han tuneado su coche hace poco más de un año se ven ahora en la tesitura de tener que eliminar los dispositivos o pagar de nuevo.