M. CASTRO

Las líneas de cercanías de Feve que parten de Gijón perdieron el año pasado más de un diez por ciento de sus usuarios respecto a 2010, una caída sustancialmente superior a otras líneas de cercanías del operador ferroviario en Asturias. El comité de empresa de Feve atribuye el descenso al alejamiento del tren del centro urbano, tras cerrar la estación de El Humedal y abrir la estación provisional en Sanz Crespo.

Las dos líneas de cercanías de Gijón perdieron el año pasado 190.081 usuarios, lo que supone el 70,86 por ciento de los 268.247 que perdió la operadora ferroviaria en el conjunto de Asturias.

El descenso más acusado fue el de la línea que une Gijón con Laviana, que experimentó una caída del 11,7 por ciento al perder 114.821 usuarios. La línea Gijón-Cudillero cayó un 10,4%, dejando de ser usada por 75.260 viajeros.

Frente a estas cifras, el descenso en otras líneas de Feve fue sustancialmente menor: una caída del 6,4 por ciento en la que va de Trubia a Collanzo; del 4,8%, en la que une Oviedo con Infiesto, y del 2,8%, en la línea Oviedo-San Esteban.

La disparidad en el porcentaje de pérdida de viajeros que se da en las líneas que pasan por Gijón con las otras es lo que lleva al comité de Feve a sostener que la caída que se experimenta en Gijón no obedece sólo a la crisis económica, sino que también tiene que ver con la elección de otros medios de transporte alternativos por los usuarios.

El comité de empresa critica duramente la eliminación de los autobuses lanzadera que unían la estación de Sanz Crespo con el centro de Gijón. Pone, como ejemplo, el mantenimiento de ese tipo de lanzaderas en el caso de León, donde se está haciendo una operación similar a la de Gijón. Los sindicatos insisten en que el descenso en el número de usuarios de la nueva estación ferroviaria gijonesa es más acusado, precisamente, desde que se eliminaron los autobuses lanzaderas hacia el centro de la ciudad.

Mientras el transporte de viajeros en las líneas de cercanías de Feve se resiente, en las de largo recorrido ocurre justo lo contrario, dado que el año pasado experimentaron un incremento del 7,2% en el número de viajes, pasando de los 282.710 de 2010 a 303.173 del año pasado, 20.463 más. El mayor incremento se dio en la línea Gijón-Ferrol, que alcanzó los 150.468 viajeros, 13.483 más que en 2010, lo que supuso un aumento del 9,8%.