C. J.

Jesús Pérez Bernal, burgalés de 54 años, afronta su nuevo destino en Gijón con «mucha ilusión». Antes de llegar a la residencia Coronel Gallegos, unas instalaciones que los mandos militares llaman «el hotel de Gijón», pasó por el Regimiento de Infantería Soria número 9 en Sevilla, como teniente.

Su primer destino como capitán fue en el Regimiento de Infantería Flandes número 30 de Vitoria y, posteriormente, en la agrupación V-51 de Burgos. Su ascenso a comandante le llevó a la Agrupación Logística de la División Acorazada número 1 en Colmenar Viejo (Madrid), y después en la Agrupación Logística de Burgos. El Mando de Adiestramiento y Doctrina del Ejército de Tierra (MADOC), en Granada, coincidió también con su salto a teniente coronel. De allí, regresó a Burgos, al Grupo de Mando y Control en la Agrupación Logística de la División Acorazada, al que siguió, en Madrid, el Parque de Mantenimiento de Sistemas Acorazados número 1. En los próximos días se hará público en el «BOE» su ascenso a coronel, el rango más alto de los oficiales superiores del Ejército. «Lo más difícil ahora es transformarte en director de un hotel», indicó el teniente general Jesús Carlos Fernández Asensio, respecto al perfil logístico de Bernal.

«Accedes a una vacante bonita e importante que tiene su carga de responsabilidad», remarcó Asensio acerca de la necesidad de realizar, como otras instituciones, ejercicios de habilidad «para seguir dando las mismas prestaciones con menos dinero».