P. T.

La fiscalía acusa de un delito de lesiones por imprudencia grave a una gijonesa de 36 años de edad que supuestamente conducía bajo los efectos del alcohol y que el pasado mes de noviembre, tras saltarse un semáforo en rojo, atropelló a una mujer que cruzaba correctamente la calzada en una calle del centro de la ciudad. La vista oral se celebrará en el Juzgado de lo penal número uno de Gijón, el próximo martes, a partir de las diez de la mañana

El 12 de noviembre de 2010, pasadas las once y media de la noche, la acusada, R. C. C., circulaba -tras haber ingerido alcohol- por la calle Sierra del Sueve, procedente de la avenida de Portugal y en dirección a la calle Dolores Ibarruri. Al llegar a la confluencia de la calle Peña Ubiña, con el fin de rebasar a otro vehículo que estaba detenido por imperativos del tráfico, se desplazó a la izquierda e invadió el carril contrario a la marcha. La acusada avanzó con su coche saltándose el semáforo en rojo, y a resultas de esa acción atropelló a R. A. C. A., que cruzaba correctamente por el paso de peatones.

La mujer sufrió traumatismo craneal con contusión parietal derecha, herida contusa temporal izquierda, fractura de rama isquiopubiana izquierda y contusiones en el cuello, hombro izquierdo y región dorsolumar, lesiones de las que tardó 101 días en curarse. Seis de ellos permaneció hospitalizada y durante otros sesenta estuvo impedida para sus ocupaciones habituales.

La conductora, según el informe de la fiscalía, presentaba síntomas externos que evidenciaban su estado de embriaguez. La Policía Local le practicó el test de alcoholemia, que arrojó un resultado de 0,62 miligramos de alcohol.

El fiscal pide para la acusada una pena de seis meses de prisión y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante tres años, así como el pago de las costas procesales. Se pide igualmente al abono de una indemnización de 5.890 euros (4.890 euros por las lesiones y 1.000 por la secuela), a la mujer herida.

Los hechos, que se juzgarán el próximo martes son constitutivos de un delito de lesiones por imprudencia grave.