«Educar antes que sancionar» y buscar «la participación de todos». Los expertos en ocio juvenil alternativo de la ciudad consideran que la ordenanza municipal de la convivencia ciudadana «no es la solución» a fenómenos como el «botellón» y apuestan por unas «políticas fuertes de juventud» con las que ofrecer otro tipo de ocio y otras herramientas de participación «no sólo destinadas a la gente mayor».

Christian Rodil, presidente de Abierto hasta el Amanecer, y Monchu García, uno de los fundadores de esta alternativa de actividades lúdicas, dejaron claro ayer que la regulación del «botellón» es «un asunto para trabajar a largo plazo» y no para «empezar la casa por el tejado». En este sentido, subrayó la necesidad de elaborar un estudio diagnóstico de «cuántos jóvenes beben, qué es lo que consumen y cómo está realmente la situación».

Rodil y García participaron ayer como invitados en la sesión de la comisión de seguimiento de la Junta de Seguridad, como parte de las reuniones para debatir acerca del documento redactado por el gobierno local de Foro, y ambos coincidieron en subrayar que «es una cuestión de todos y tenemos que trabajar desde la niñez y con las familias», destacó Rodil.

«Educar es lo primero y lo segundo, que la gente comprenda la ordenanza para que pueda llegar a ser eficaz», aseguró. «La ciudad es de todos y para todos, por lo tanto, cada uno estará donde quiera estar, cuando quiera estar y a la hora que quiera estar», añadió.

En este sentido, el presidente de Abierto reivindicó la posibilidad de que todos los implicados puedan realizar propuestas, «que sea un proyecto participativo». Asimismo, «queremos saber cuáles serán las consecuencias de la aplicación de esta ordenanza, porque nadie ha hablado de ello más allá de las sanciones», subrayó.

Monchu García, por su parte, reclamó una participación social «más profunda y profusa» para la elaboración de este tipo de reglamentos, toda vez que «el diagnóstico de los problemas es fundamental». García considera primordial «analizar la realidad para definir los problemas», porque «nada que venga escrito en un papel va a solucionar los problemas, eso no va a evitar que la gente consuma», aventuró, por lo que «lo principal es la educación para la convivencia, y es una cuestión de todos; todos somos parte de la sociedad y, por lo tanto, todos debemos participar en el diseño de las soluciones al problema», remató Monchu García.

Asimismo, criticó el hecho de que «no se esté levantando acta de las reuniones», ya que «al menos se podrían obtener unas conclusiones de estos encuentros y no simples apuntes sobre la marcha».