M. C.

El mantenimiento al límite de las instalaciones de EBHISA provocó en 2009 un accidente al caer encima de un barco, que se estaba descargando, una pieza de una de las grúas-pórtico.

El accidente tuvo lugar el 31 de marzo de 2009, cuando una pieza de acero de entre 15 y 20 toneladas se desprendió de la tolva de uno de los pórticos y cayó sobre la cubierta del granelero «Great Challenger», durante la operación de descarga de mineral de hierro para alimentar los dos hornos altos de Arcelor-Mittal en la factoría de Veriña.

La pieza que cayó sobre el barco era una parte abatible de la tolva que se extiende sobre el buque en el proceso de descarga para evitar el vertidos al mar del mineral que cae de la cuchara. La pieza que cayó pertenecía al pórtico número tres, el más moderno de la terminal granelera, según publicó entonces este diario.

El impacto destrozó una de las escotillas de la bodega del barco, además de causarle otros desperfectos en la cubierta. El buque tardó 21 días en repararse en otro de los muelles de El Musel, en una operación que efectuó Talleres Silva, y EBHISA tuvo que hacerse cargo de la factura por los daños causados. Tras el accidente, las bodegas del granelero se vaciaron completamente en Gijón para facilitar la reparación del barco y para extraer la pieza de la tolva que había caído al interior de la bodega del barco granelero.

El accidente truncó los planes de la multinacional siderúrgica para distribuir aquel cargamento, que eran que se descargara parcialmente en Gijón y el barco prosiguiera viaje a media carga hasta el puerto francés de Dunkerque, para suministrar mineral de hierro a los hornos altos que allí tiene Arcelor-Mittal.