«Salvar el pasado para construir el futuro». Con esta premisa, tres expertos debatirán este tarde en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón en la mesa redonda «La defensa del patrimonio industrial gijonés: La Camocha y el Dique». El acto comenzará a las 20.00 horas en el salón del centro San Eutiquio, junto a la iglesia de San Pedro.

Carlos Caicoya, miembro del Comité Internacional para la Conservación del patrimonio Industrial; Rubén Vega, historiador, y Elena Toral, doctora en Historia del Arte, hablarán sobre la necesidad de conservar el pasado industrial de la ciudad, que tiene sus máximos exponentes en la Mina de la Camocha y en el dique de Duro Felguera.

Ambos corren el riesgo de desaparecer: «en el caso de la mina, se enfrenta a el achatarramiento, y el dique puede desaparecer para dar paso a la construcción de viviendas», recuerda Rubén Vega. Un destino ingrato para la herencia de «un par de siglos que definieron todo lo que Gijón es hoy en día, y desde los tiempos de Jovellanos», apunta Vega, refiriéndose a «dos actividades industriales, relacionadas con el mar y con la minería, que hasta los albores de este siglo definieron la esencia de la ciudad». Además, estos dos elementos son «los únicos que se pueden salvar, porque la mayoría de los demás ya ha sido destruida», apunta el historiador.

Para Rubén Vega, conservar tanto los elementos singulares de La Camocha, «una de las minas más emblemáticas de Asturias», así como el Dique, es una forma de construir el futuro aprovechando los legados del pasado».

«Nadie vive ya en castros, pero se conservan por su valor y por lo que nos pueden enseñar, y el patrimonio industrial no es diferente», sostiene, antes de proponer «que se les busque un uso de futuro» de manera que «este patrimonio social e histórico esté al servicio de los intereses de la ciudad, como posible elemento de dinamización cultural y económica».

Carlos Caicoya, por su parte, subraya la «conexión con la memoria colectiva» de este patrimonio industrial, que forma parte a su vez del «mapa industrial europeo». Caicoya apuesta «no sólo por la conservación física sino también por la revalorización histórica». A su juicio, «debería difundirse lo que se conoce y se conserva, porque es parte de la historia». En este sentido, el experto cita las actuaciones que se han llevado a cabo en otros países con legado industrial, como en el caso del Reino Unido, en el que se han recuperado para el recuerdo y la divulgación algunas explotaciones mineras ya clausuradas en la actualidad.