A. R.

Una situación de «absoluta normalidad» es la que se vive en el Hospital de Jove, pese a la epidemia de gripe que esta semana arrecia en la comarca y que ha llevado al Hospital de Cabueñes a derivar ingresos a su homólogo de la zona Oeste, al superar las 80 camas supletorias. Antonio Álvarez, director médico del Hospital de Jove, manifestó ayer la tranquilidad con la que se ha podido acoger esa derivación de pacientes «porque en nuestro caso, el hospital no está en absoluto saturado; la ocupación es muy normal para lo que es esta época», indicó.

Si acaso, el centro hospitalario de la zona Oeste ha tenido algún registro algo más alto de lo habitual en el servicio de urgencias, por ejemplo el pasado lunes, con 117 atenciones frente a la media de 82 que tiene la unidad.

En cuanto a los ingresos, el Hospital de Jove ni siquiera tiene abierta al completo una planta que habitualmente le sirve de «colchón» cuando hay que hacer programas especiales de cirugía o hay que afrontar un número importante de hospitalizaciones, como podría ser en estos momentos. De ahí que por ahora no se plantee como un problema tener que atender derivaciones de Cabueñes, como ha ocurrido al menos en dos ocasiones esta semana. Lo mismo el lunes que el pasado miércoles, desde Cabueñes remitieron ingresos a Jove (siete el primer día y uno más el segundo) como forma de paliar la saturación. Una saturación que sí ha provocado la protesta de personal de Cabueñes, como el colectivo de celadores, dado que el Sespa no tiene previsto el contrato de personal de esta categoría para refuerzos en circunstancias como las actuales. Los pocos contratos que se han hecho se centran en enfermería.