Luján PALACIOS

Son pequeños, pero también disfrutan del teatro y la danza. Incluso cuando su vida no es como la del resto de los bebés. Feten, la Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas, piensa en todas las edades y también hay programadas varias funciones para niños de 0 a 4 años. Entre ellas destaca una creación basada en las experiencias con los niños que conviven con sus madres en las cárceles, un estreno de la mano de la compañía andaluza «Arena en los Bolsillos».

«Afuera es un lugar» es el título de una obra que, a través de títeres y música, cuenta a los bebés la experiencia de un niño que vive en la cárcel junto a su mamá, pero que un día tiene que vivir en libertad y llega el momento de la separación. «Es una experiencia que hemos trabajado a partir de un proyecto de estudio de la primera infancia en las prisiones en Argentina y a partir del momento en que los niños tienen que dejar la cárcel para vivir en libertad», explicaba ayer Elisa Vargas, de «Arena en los Bolsillos».

El fruto de este esfuerzo es una historia que consigue enganchar a los bebés con el relato de cómo una madre enseña a su pequeño lo que hay más allá de los barrotes, «sin traumas, basándonos en la confianza y la alegría», apuntaba Vargas.

Su espectáculo es un estreno absoluto para esta tarde en dos funciones en el Antiguo Instituto, y no será la única actividad destinada a los bebés. Los asturianos «Zig Zag Danza» presentan la obra «Aupapá», pensada para que «los niños y sus padres interactúen en el espacio escénico», contaba ayer Estrella García, la encargada de contar una historia «a través de los gestos faciales, en un espacio abierto en el que los niños pueden estar en posición de gateo, moverse y actuar junto con sus padres». Todo ello, ambientado con las melodías interpretadas al piano por un músico neoyorkino.

Los madrileños de la compañía «Dante» presentan a su vez «Blop...!», un espectáculo para bebés en el que «de lo que se trata es de atraer su atención; cuando ves que se quedan con la boca abierta ante el pequeño viaje que les proponemos es que hemos alcanzado nuestro objetivo», explicaba Adolfo Simón. Ellos proponen la historia de Antonia, una niña que aún no ha descubierto el sonido ni las palabras, hasta que un buen día llega hasta ella el sonido del agua al caer, la arena, el aire y mil sensaciones diferentes. Porque de lo que se trata es de «llegar hasta los más pequeños con estos estímulos, no hay ninguna receta».

Tal y como apuntaba Marian Osácar, las entradas para los espectáculos de bebés «son las que primero se agotan». Además, son «un territorio enorme para explorar y explotar».