Luján PALACIOS

De un viejo Citroën transformado en instrumento sale música, y junto a él viajan varios artistas que, en pleno paseo de Begoña, invitan a todos los que lo deseen a unirse a sus canciones y bailes. Grandes y, sobre todo, pequeños se quedan pasmados con la explosión de alegría. Y justo cuando el pasacalles finaliza, el jolgorio sigue con opciones para todos los gustos, sin que se apague el barullo. Porque en Feten, y en la calle, está prohibido guardar silencio.

Además de las representaciones sobre el escenario, la Feria Europea de Artes Escénicas para Niños y Niñas tiene en la calle su mejor escaparate, del que gozan sin límites los pequeños. Lo saben bien los bebés que ayer aporreaban sartenes y xilófonos con el único objetivo de meter ruido y pasarlo bien.

Otros, como Teo Soto y su hermana Noa, disfrutaban entre fogones, en una cocinita con variedad de alimentos plastificados que está triunfando entre el público menudo. «Es lo que más me gusta de todo lo que he visto», confesaba Teo, mientras su madre, Conchita Rocha, reclamaba «más iniciativas como ésta». Porque los niños disfrutan, pero también lo hacen los padres. «Juegan en la calle con total libertad, y está muy bien», afirmaba Santiago Manjón mientras vigilaba a su hijo Samuel, de 3 años, atareado con un Scalextric de plástico.

«De mayor quiero ser artista de títeres», aseguraba al otro lado de la calle Aitana Robles, de 5 años, después de presenciar el espectáculo «Sie7e». «Es una maravilla, es fundamental que se apoye este tipo de iniciativas», subrayaban Juani Martín y María Alonso, tía y madre de Aitana. María sabe además de lo que habla, porque «durante varios años trabajé en Madrid haciendo teatro para niños». Por eso, Feten le parece «una maravilla». Con sus hinchables para todas las edades, los juegos de piezas desmontables o los títeres de trapo para practicar con las manos.

Quienes hacen teatro de calle denuncian precisamente la «indefensión» que sufren, porque «la calle no tiene taquillas, y sin subvenciones estamos condenados a dar un paso atrás y pasar la gorra, algo que sería muy negativo para todos», indicaban ayer en rueda de prensa algunas de las compañías que participan en Feten. Ellos ejecutan una de las tareas más difíciles, porque «pasan cosas constantemente y te ves obligado a incorporarlas al espectáculo».

Al igual que ellos, la Asociación de Compañías Profesionales de Teatro y Danza de Asturias, Foro Escena y varias compañías independientes denunciaron ayer las dificultades a que se enfrentan por la falta de financiación.

La jornada de hoy estará dedicada a los cuentos clásicos, con una importante novedad, la obra «Mowgli, el niño de la jungla», del «Centre de Titelles de Lleida», se subtitulará, a las 19.00 horas, en el teatro Jovellanos, para que los niños con dificultades auditivas puedan seguir la trama. Para que el teatro llegue a todos.