Luján PALACIOS

Se abre el telón y sale a escena Mowgli, el niño de la jungla. Los niños que siguen la función en el teatro Jovellanos siguen fascinados las aventuras del pequeño con los animales de la selva. Y en esta ocasión nadie se pierde ni una coma de lo que pasa en escena, porque unos monitores ubicados a los lados del escenario van narrando toda la historia, con letras y de manera simultánea, para que los niños sordos también disfruten del teatro.

La compañía «Centre de Titelles de Lleida» fue ayer la primera de España en contar con un sistema de transcripción para espectadores con dificultades auditivas, y Feten fue el marco en el que se desarrolló esta experiencia pionera, «todo un éxito» para sus organizadores. La idea de poder contar en tiempo real lo que pasa en las tablas a través de un sistema de monitores con subtítulos partió del Servicio de Apoyo a la Sostenibilidad, que lleva funcionando en Asturias desde el año 1994. Fue en el 2006, como explica Irene González, la psicóloga de la asociación, cuando se empezó a utilizar «de manera informal el sistema de traducción», y desde hace dos años ya cuentan con un técnico que desarrolla el trabajo de una manera «más profesional».

«Pensamos que el teatro era un buen campo para aplicar este método, y se lo propusimos a los organizadores de Feten, qué mejor que con los niños», cuenta la psicóloga. Les pareció bien, y tras estudiar las obras en las que podría aplicarse de forma más sencilla, y después de obtener el visto bueno de la compañía, se decidió que fuera en «Mowgli».

En este caso, los textos han sido facilitados por los actores con antelación, de manera que ya han sido transcritos y pasados a un monitor de televisión para ser proyectados a la par que se desarrolla el espectáculo. Pero existen otras modalidades en las que el servicio, enmarcado dentro de la Confederación Española de Familias de Personas Sordas, ya está dando pasos. Es el caso de «conferencias y charlas, en las que contamos con un profesional que de manera simultánea al desarrollo de los actos va transcribiendo en un teclado sobre la marcha lo que se va diciendo», explica Irene González. El campo en el que aspiran a desarrollar su trabajo puede llegar mucho más allá de las dificultades auditivas, porque «también es útil para personas mayores, o para cualquiera que en un momento dado, si está sentado lejos y no oye bien, se puede beneficiar de los subtítulos sin necesidad de preguntar a quien tenga al lado».

La de ayer era una prueba importante, porque el público infantil es el más espontáneo de todos. A juzgar por los resultados, la experiencia fue muy positiva. «Mowgli» llegó a todos y maravilló a todos por igual.