F. G. / J. M. C.

La Autoridad Portuaria gijonesa pretende aplicar a partir del próximo mes de julio la subida de tarifas anunciada por el presidente del puerto de Gijón, Emilio Menéndez, en el consejo de administración celebrado el pasado miércoles. Los rectores de la dársena gijonesa proyectan una subida del 30% en las tasas que El Musel cobra a las empresas que operan con el puerto, para compensar el déficit de 16 millones de euros señalado en el balance provisional de cuentas del ejercicio de 2011.

El sorpresivo anuncio de la subida de las tasas ha causado un fuerte revuelo político entre los partidos asturianos en vísperas electorales, así como un notable malestar entre las empresas que utilizan los servicios de El Musel. Fuentes empresariales señalaron ayer a este periódico que cualquier incremento de las tarifas portuarias «repercutirá negativamente en la competitividad de las empresas, más aún si el aumento se eleva al treinta por ciento».

Las principales empresas clientas del puerto de El Musel: Arcelor-Mittal, Hidrocantábrico y Tudela Veguín, prefirieron no valorar la subida de tarifas en el puerto exterior. Las tres también son accionistas de la empresa EBHISA, en la que la Autoridad Portuaria tiene mayoría accionarial. EBHISA gestiona la terminal de graneles sólidos, que es por donde pasa, aproximadamente, el 80 por ciento de los tráficos portuarios (mineral de hierro y carbón siderúrgico para Arcelor-Mittal y carbón térmico).

Desde Hidrocantábrico se limitaron a señalar ayer que en los diez últimos años, la empresa bajó sus importaciones de carbón térmico por El Musel de 3 millones de toneladas a 1,3 millones. Por su parte, un portavoz de Arcelor-Mittal comentó que la empresa, en el caso de manifestar alguna postura, lo hará «dentro de los órganos del puerto donde tenemos representación, en EBHISA, pero públicamente preferimos no hacer comentarios».

El previsible aumento de las tasas es consecuencia de la aplicación de la nueva ley de Puertos a aquellas dársenas que sufran pérdidas económicas. La Autoridad Portuaria presentó el miércoles a los integrantes del consejo de administración de El Musel unas cuentas provisionales al cierre del ejercicio de 2011 con un déficit cifrado en 16 millones de euros. Esas elevadas pérdidas son consecuencia de la incorporación al balance de 2011 de los 13,6 millones de euros de amortización de la puesta en explotación de las obras de ampliación del puerto.

El malestar empresarial con esta medida recaudatoria del puerto, no negociada con las firmas que operan en El Musel, está relacionado con el hecho de que la Autoridad Portuaria haya desoído una directiva del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, que facultaba al puerto a incorporar de manera escalonada en distintos ejercicios contables esos 13,6 millones de euros de amortización de las obras de ampliación de El Musel.

De haber tomado en cuenta esta directiva estatal, las cuentas de 2011 no hubieran arrastrado pérdidas y la Autoridad Portuaria no habría tenido que obligarse a subir las tasas, a lo que obliga la nueva ley de Puertos para aquellas dársenas con déficit económico. La subida de tarifas tendrá notable influencia en los costes logísticos de las tres grandes empresas que operan con El Musel y que son fundamentales en el entramado industrial de la región. Un segundo informe oficial, realizado durante el mandato de los anteriores rectores portuarios, iría en la misma dirección que el del ICAC.

Miembros del consejo de administración del Puerto manifestaron ayer su malestar tras conocer por este periódico la existencia del informe del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas, contrario a incluir en un solo ejercicio el coste completo de la amortización financiera de la parte de las obras de ampliación ya operativas. «En el consejo en ningún momento se informó de que los 16 millones de déficit se podían pagar en partes, sino todo lo contrario», señalaron estas fuentes. Según ha podido saber este periódico, al menos tres consejeros manifestaron reticencias al incremento de las tasas portuarias y a la negativa influencia que esa medida podía tener en las relaciones con Arcelor-Mittal, a la vista de los recortes anunciados por el gigante siderúrgico en sus plantas asturianas y en concreto en Veriña.

El anuncio de una espectacular subida de las tasas portuarias en El Musel desató ayer una nueva tormenta política entre el partido que gobierna la región, el Foro Asturias de Alvarez-Cascos, y el PSOE. Ambas formaciones se acusan mutuamente de la responsabilidad de una polémica medida.