Luján PALACIOS

Compartieron algunas de las mejores horas de sus vidas y desde hace siete años se reúnen para dar buena cuenta de «aquellos maravillosos años». La Hermandad de Marineros de la Comandancia de Marina de Gijón cumplió ayer con el ritual de reunirse para repartir reconocimientos y departir alrededor de la mesa en una comida de fraternidad, una cita a la «algunos nunca fallamos», apuntaba Jesús Santos Villagrá, uno de los organizadores del encuentro.

Porque juntos hicieron la «mili» y fueron muchos días de «compañerismo, sobre todo, que es lo que más se aprecia», indicaban Tito Aramendi y Jesús González, antes de «contar algunas de las anécdotas que todos los años acabamos recordando».

Ayer se juntaron alrededor de medio centenar de marinos, mayoritariamente de las promociones de los 70 y los 80, con la pena de haber perdido a algunos como Leopoldo Galán, quien fuera secretario del Instituto Social de la Marina fallecido el año pasado. Este año, sus hijos acudieron al acto para recoger un presente de homenaje a su padre, que en las últimas ediciones del encuentro nunca se lo había perdido.

La hermandad otorgó además varias medallas conmemorativas del bicentenario de Jovellanos a modo de reconocimiento. El homenaje en esta ocasión fue para el nuevo comandante en Gijón, Juan María Fontán; al segundo comandante, Juan Carlos Álvarez; a Juan Ramón Flórez, secretario de la comandancia en los años 70 y 80, a Ramón Cristóbal, secretario de la cofradía de Lastres, y al veterano del encuentro, Cipriano Aramendi, quien fuera secretario de la Cofradía de Pescadores de Candás y que tiene 90 años.

«Recuerdo aquellos tiempos con cariño, cuando estábamos en un edificio de la calle San Bernardo; lo pasamos muy bien, aunque a veces también fue duro», aseguraba ayer Cipriano, antes de confesar que «la instrucción militar era muy educativa y había mucho compañerismo».

Los miembros de la hermandad pusieron punto y final a su encuentro anual con la actuación de Víctor de Cimavilla y Marcelino Ramos, «El Gaitero del Cantábrico». Música para una banda sonora marinera.