La decisión de Grupomar de confiar a Armón la construcción de buques atuneros empezó a gestarse hace tres años, durante un viaje institucional del Principado a México, encabezado por el entonces presidente asturiano Vicente Álvarez Areces, y en el que participó una delegación empresarial liderada por Severino García Vigón, presidente de la patronal FADE, y de la que formó parte Laudelino Alperi, consejero delegado de Astilleros Armón, afirmó ayer Suárez.

Grupomar estuvo negociando con astilleros de China, Taiwán, México y Francia, pero se decantó por Armón.

García Vigón afirmó ayer que esta operación nació en el seno de la Confederación Asturiana de Empresarios en el Mundo (CEAM), un proyecto impulsado por el presidente de FADE y en cuyo arranque, que se produjo en México, participó el empresario Antonio Suárez. «En varios viajes posteriores a México nos acompañaron representantes de Astilleros Armón, que tuvieron la oportunidad de contactar con Suárez e iniciar una negociación de empresa a empresa», dijo ayer el dirigente patronal asturiano.

El armador mexicano y Alperi presentaron ayer por la tarde el acuerdo en el Ayuntamiento de Gijón, junto al consejero de economía del Principado, José Manuel Rivero; a la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón y al concejal de desarrollo económico Fernando Couto.

Moriyón destacó, tras las explicaciones de los empresarios, que el contrato para reabrir Juliana es «la noticia más felíz y que más satisfacción me ha dado en estos nueve meses de gobierno», al tratarse de un «balón de oxígeno en una ciudad asfixiada por el paro. La Alcaldesa recalcó que Gijón está llamada a ser la locomotora de Asturias.