Desde aquellos años de la Vespa y el hockey sobre patines ha habido muchos cambios en Gijón y Pepe Antuña fue protagonista activo, siempre ocupado por conseguir una vida mejor para todos. Así lo recordamos los supervivientes de aquella juventud...

Nació en La Felguera, un día de San José. De ahí su primer nombre. Dentro de ocho días cumpliría 83 años. Para llegar a ser miembro de honor de las academias de Medicina y de Jurisprudencia del Principado de Asturias hizo méritos sobrados. Otros comentaristas hablarán de sus estudios de Derecho en la Universidad de Oviedo. De su trabajo como abogado y de una vida política activa, con muchas horas de intenso trabajo.

Sin ser un brillante orador, su convicción de que defendía la verdad hacía que sus palabras fuesen oídas con atención. Quienes vivieron con él la transición podrán contar muchas páginas de su vida, siempre luchando por esa utopía de un mundo mejor.

Coincidimos en la creación del Foro Jovellanos del Principado de Asturias y en su posterior transformación en fundación, siendo él presidente. Ahí apareció nuestra única discrepancia, cuando propuso la entrada de Marcelo Palacios como miembro del Foro. No me parecía oportuno que un defensor del aborto entrase en una entidad que defendía otros valores éticos. Si él entraba, yo me iba. Así fue. Mi baja fue automática. Con el máximo respeto a las personas, se debe condenar el pecado esté donde esté.

Su dedicación a la política, con la idea de hacer un mundo mejor, le hacen merecedor del premio eterno. Dios nuestro Señor lo acogerá en su Santo Seno. Rezaremos todos unidos, en su funeral, con la esperanza de que él interceda por nosotros y por la ciudad que él tanto amó. Pues, en el ocaso de la vida, seremos examinados en el amor. Y él amó mucho a los suyos... y a otros muchos.