R. VALLE

El Musel. Ése fue el conejo que ayer se sacó de la chistera el equipo de gobierno municipal de Foro Asturias como escenario alternativo para la celebración de la «Semana negra». La propuesta de utilizar espacios del área de ampliación portuaria se puso sobre la mesa en la reunión que tuvo lugar en la Casa Consistorial entre representantes del gobierno local y miembros de la organización de la «Semana negra». Una reunión en la que quedó claro que la «Semana negra» rechaza de plano ubicarse en el recinto de la Feria de Muestras por sus limitaciones técnicas y problemas jurídicos a cuenta de la sentencia del edificio «Gacela» que erradica el festival a 500 metros de distancia y donde el gobierno local -firme defensor del ferial- desestimó las opciones de las playas de Poniente y El Arbeyal o el regreso al solar del campus universitario donde se celebró el año pasado por problemas legales con la ley de Puertos en los primeros casos y el compromiso político que se tiene con la Universidad de Oviedo en el último.

El uso de la ampliación de El Musel, que hizo público tras acabar la reunión el portavoz forista Rafael Felgueroso, surgió en la reunión como una posibilidad que estudiar. El gobierno local, tras indicarla, asumió realizar las consultas necesarias con la Autoridad Portuaria como propietaria del suelo, mientras que los directivos de la «Semana negra» quedaron en que la zona sería visitada por sus técnicos para analizar su viabilidad. Desde luego, el lugar no generaría ninguna incidencia vecinal, como ocurre con el resto de las opciones barajadas en estas semanas, ni estrecheces de carácter espacial en un evento que ocupa alrededor de 50.000 metros cuadrados de suelo.

Eso sí, la alternativa no está exenta de problemas. Logísticos, muchos. Y de seguridad, el más importante. En los espacios portuarios está prohibido el acceso del público en general por la férrea legislación nacional que se aplica a los puertos de interés general y que se intensificó con normativas de ámbito internacional después de los atentados del 11-S. No hay que olvidar, por ejemplo, que está prohibido el acceso libre a la zona portuaria para pescar o que en los años que se celebró la «Semana negra» en el paseo y playa del Arbeyal la Autoridad Portuaria de Gijón se opuso a habilitar en su terreno un lugar para aparcamiento de los visitantes del ferial por esas cuestiones de seguridad. Un puerto es, para ese tipo de usos, un espacio tan cerrado como un aeropuerto.

Con Musel o sin Musel la decisión final sobre la celebración o no de la 25.ª edición de la «Semana negra» en Gijón se tomará este jueves, en la cita ya comprometida entre ambas partes. Los organizadores, dejó claro ayer su portavoz, Ángel de la Calle, no pueden permitirse que se dilate más un proceso en el que ni siquiera se ha entrado a hablar de financiación más allá del compromiso verbal de apoyo económico del gobierno de Foro, que no tiene un reflejo directo en las partidas ya comprometidas en los presupuestos municipales. Ya no hay más tiempo para comprometer a los autores y atracciones que tengan que estar en la «Semana negra» a principios del verano. «Nosotros pedimos una reunión en agosto y nos citaron el 28 de enero», recordaba ayer Ángel de la Calle, que estuvo acompañado en la reunión por José Luis Paraja y Ángel Terán. Los interlocutores municipales son los concejales Rafael Felgueroso y Lucía García Serrano y el miembro de la Junta de Gobierno y no concejal, Avelino García Prieto.

Pero no sólo de El Musel se habló en la reunión. La Feria de Muestras volvió a estar en el centro del debate ya que el equipo de gobierno considera que es el lugar más adecuado para desarrollar esta actividad. Felgueroso no entiende los problemas técnicos y jurídicos, que consideran inviables los promotores de la «Semana negra». Problemas que la organización tiene claros y que podrían suponer un gran coste económico si los vecinos del edificio «Gacela» imponen la ejecución de la sentencia y paralizan una «Semana negra» ya en marcha. Los organizadores del festival propusieron ayer al Ayuntamiento que asumiera por escrito hacerse cargo de las hipotéticas responsabilidades económicas. Una opción que no se materializó.

Gobierno y organización aseguraron ayer querer que la «Semana negra» celebre sus bodas de plata. Mañana se sabrá.