Miriam SUÁREZ

A los trabajadores de Rubiera Predisa se les ha quitado «una gran losa» de encima con la sentencia que el Juzgado de primera instancia número 5 dictó la semana pasada. Dicho fallo desestima la demanda formulada por Navicoas Asturias para el desahucio de las instalaciones fabriles que la empresa de prefabricados ocupa en la zona de Las Quintanas (Ceares). Ayer, el comité de empresa analizaba con la dirección cuál es el futuro de la fábrica a partir de ahora.

«La sentencia a nuestro favor es clara», interpretan los trabajadores. Aunque existe posibilidad de recurso por parte de Navicoas Asturias, la plantilla de Rubiera Predisa considera que el conflicto «acabará de resolverse en el concurso de acreedores» que actualmente afronta la sociedad promotora. «Nosotros, de momento, nos hemos quedado tranquilos. La orden de desahucio ejercía una presión tremenda sobre todos nosotros. De salir adelante, hubiese sido una sentencia de muerte para la fábrica», manifestaba el comité de empresa al término de la reunión.

La plantilla ha pasado ocho meses de inquietud, los que han transcurrido desde que Navicoas Asturias llevó a los juzgados sus discrepancias con Prefabricados Rubiera por la titularidad de los terrenos de Las Quintanas. La sociedad promotora solicitó el desahucio «por expiración del plazo y acción acumulada de reclamación de rentas» al entender que las instalaciones tenían que haber quedado libres en junio de 2009. Exigía, además, 12.500 euros diarios de penalización.

En su defensa, los representantes legales de Rubiera Predisa alegaron causas de fuerza mayor para no abandonar Las Quintanas en el plazo inicialmente previsto, como el hecho de que Navicoas Asturias no haya saldado el importe total de los terrenos. Según la firma gijonesa, la constructora aún debe 27,2 millones de euros, cantidad que resulta imprescindible para poder financiar el traslado a una nueva fábrica. De hecho, se ha personado en el concurso de acreedores que pesa sobre Navicoas para tratar de recuperar ese dinero. Entre tanto, mientras un juez no diga lo contrario, mantendrá su actividad en Ceares.