R. GARCÍA

Un empresario se sentó ayer en el banquillo de los acusados de la Sección Octava de la Audiencia Provincial acusado de un delito de estafa por el que el abogado de los denunciantes pide para el reo una condena de cuatro años y medio de cárcel. Los ex socios del acusado aseguran que éste les vendió la marca «París-Dakart» sin tenerla reservada en el registro de patentes. La representante de la fiscalía pide el archivo de la causa al no apreciar la concurrencia de los requisitos necesarios para que exista un delito de estafa.

«Llevo utilizando el nombre París-Dakart desde que empecé en esto en 1990. En un primer momento cuando intenté registrar la marca desde la oficina de patentes me respondieron que no había ningún problema, fue entonces cuando la vendí sin saber que luego me llegaría una respuesta negativa de la oficina de registros», aseguró el reo ante el tribunal. El acusado y los demandantes habían establecido una sociedad que gestionaba en su día el complejo de pistas automovilísticas que se abrió en la segunda terraza del centro comercial Los Fresnos de Gijón. Un negocio que se había puesto en marcha tras el cierre de las siete salas de cine que ocupaban la extensión de la pista de carreras desde la apertura del centro comercial y que en la actualidad está clausurado después de que la firma que lo gestionaba se declarara en concurso de acreedores. «Llevo 20 años en este negocio con empresas en Coruña o Barcelona y sin tener ningún problema con nadie» concluyó el acusado, quien además indicó que sus socios se habían sorprendido por la facturación que se había conseguido en la pista de karts del centro comercial Los Fresnos, unas instalaciones en las que, señaló, «se instalaron todos los avances de tecnología y de seguridad que ya teníamos previamente registrados desde mi empresa».

El tribunal de la Sección Octava de la Audiencia Provincial será ahora el encargado de decidir en torno a la condena del reo después de dar por concluida la vista oral del juicio.