A. RUBIERA

La campaña de salud pública de vacunación de la gripe ya tiene datos fijos en Gijón. Los suficientes para comprobar que este programa de vacunación, que lleva décadas implantado en el calendario oficial, anda falto de un impulso. En el caso del área V -Gijón, Carreño y Villaviciosa-, se habían pedido 57.000 dosis de la vacuna y algo menos de 3.000 tuvieron que ser devueltas por falta de demanda. En total, se aplicaron 54.219 dosis, que supone un ligero incremento de algo más de mil solicitudes respecto a la nefasta campaña del año 2010 (lo que provocó que, de entrada, para el área V se pidieran 3.000 dosis menos esta vez).

El porcentaje de vacunación de los mayores de 65 años no llegó al 58% (57,8%) del total, pese a que la edad es uno de los factores que hacen que se recomiende esta protección, de ahí que el objetivo «diana» de la campaña fueran todas las personas de 64 años y más. Precisamente una de las valoraciones que hacen los técnicos de salud pública del área es que «cada año crece mucho más el número de población mayor de 65 años, o sea, la que entra en la banda para la que está recomendada la vacunación, de lo que crece el interés por la vacuna», sostiene Federico Fernández Noval. Para Noval, la rutina de la campaña, unida a una desmotivación general, está haciendo que el programa se haya estancado sin alcanzar los objetivos, incluido el hecho de que en las consultas de Primaria no siempre se recuerda a los pacientes la conveniencia de la protección. Por lo que respecta a la incidencia del virus, los datos indican que ha circulado un virus diferente al de la vacuna, lo que generó que se disparasen los casos de enfermedad.