Miriam SUÁREZ

No hay vuelta atrás. La futura estación intermodal se ubicará en el entorno de Moreda, tal como habían previsto los anteriores gobiernos socialistas. Según el nuevo secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras, Rafael Catalá, «ése es el proyecto que, con la explicación de los técnicos, nos ha parecido que tiene más sentido, de acuerdo a las características de una estación de AVE, que necesita andenes largos de 400 metros y en línea recta».

Por todos Catalá se refería a los nuevos consejeros de Gijón al Norte, ahora en manos del Partido Popular y de Foro Asturias Ciudadanos. Dos formaciones que siempre han cuestionado la decisión de situar la estación intermodal junto al viaducto de Carlos Marx y que ayer aceptaban esta solución como definitiva, después de haber plantado dura batalla al PSOE por este asunto.

«Es verdad que la estación se aparta un poquito del centro, pero tampoco es que la llevemos fuera de la ciudad y tendrá continuidad con las paradas del túnel (del metrotrén). Además, El Humedal es técnicamente inviable. El cambio no ha sido caprichoso; está asociado a estudios geotécnicos realizados en la zona y a aspectos técnicos muy complejos», admitió el secretario de Estado popular, que ayer presidió su primer consejo de administración de Gijón al Norte, la sociedad que gestiona el plan especial de las vías, que incluye la estación intermodal como una de sus piezas fundamentales.

Esta reunión de trabajo, celebrada en el salón de recepciones de la Casa Consistorial, se produce casi dos años después del último consejo de administración. Demora que se ha interpretado como la paralización de una de las actuaciones más importantes que afronta Gijón. «La sociedad llevaba mucho sin reunirse y los trabajos de abordaje de las infraestructuras ferroviarias estaban, por decirlo de alguna manera, un poco abandonados», lamentó Catalá.

Aun así, «hoy (por ayer) todas las partes nos hemos comprometido a dedicar nuestro esfuerzo a realizar el proyecto en el tiempo más corto posible y con el mayor consenso posible», manifestó tras una sesión de más de dos horas, que sirvió para que los nuevos representantes del Ministerio de Fomento, el Principado y el Ayuntamiento tomasen contacto. Tras un año de elecciones, Gijón al Norte ha experimentado una renovación política que sienta en la misma mesa a dos formaciones tan enfrentadas en Asturias como son Foro (al frente de los gobiernos autonómico y local) y PP.

Como punto de partida, y con el proyecto que los técnicos les han puesto encima de la mesa, la intención de los nuevos responsables de Gijón al Norte es «darle continuidad al proyecto». Eso sí, el Ministerio de Fomento, gobernado por el PP, piensa «revisar todas las actuaciones llevadas a cabo hasta ahora, en el sentido de validar decisiones técnicas, el diseño de proyecto de línea ferroviaria o el de nueva estación», explicó el secretario de Estado. Rafael Catalá aseguró que esta revisión no se traducirá en más retrasos.

La operación, que supondrá el soterramiento de las vías entre El Humedal y Moreda, y la penetración subterránea del ferrocarril en el casco urbano, lleva fraguándose desde hace más de diez años. Todavía hoy, se confía en el aprovechamiento del suelo liberado como fuente de financiación. El plan está presupuestado en 310 millones de euros, de los que un 80 por ciento corresponden a la estación. A día de hoy, Gijón al Norte ha ejecutado en obras 26 millones.

Para la financiación del proyecto, sigue siendo indispensable la venta de los terrenos que se van a liberar con el soterramiento ferroviario. En opinión del secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras, «la mayor parte, o yo diría que la totalidad, debería poder financiarse con el aprovechamiento de los suelos; ése es el objetivo».

Rafael Catalá entiende que la ubicación de la nueva estación intermodal en el entorno de Moreda «permitirá un aprovechamiento urbano importante que es preciso adecuar a las necesidad de la ciudad». En total, el ámbito de actuación del plan especial de las vías ocupa una superficie de 168.000 metros cuadrados, donde se podrán construir unos 1.400 pisos.

Actualmente, este terreno es propiedad de Adif y de Feve, compañía de ferrocarriles de vía estrecha que también está involucrada en la operación. Los trámites jurídicos para desafectar ese suelo y ponerlo a disposición de Gijón al Norte ya están en marcha, aunque «son muy complejos; nos dicen que podrían durar un año», advertía Rafael Catalá. Hasta entonces, la sociedad que gestiona el plan de vías no podrá comercializar un terreno que la agencia de tasaciones Euroval valoraba en 255 millones de euros.

Dada la actual situación económica, especialmente dañina con el sector de la construcción, Fomento apuesta por comercializar en lotes y de forma gradual los solares resultantes de la operación ferroviaria gijonesa. «Tenemos una pieza, que es la venta de suelo. Si la enajenación de suelo genera valor por el dinero presupuestado, estaremos encantados de que todo eso se reinvierta en el proyecto», incidió Catalá. Pero, si los ingresos no alcanzan, «habría que hablar de aportaciones de los socios y se complicaría todo».

El alto cargo de Fomento no oculta la evidencia: «El Ministerio, y me consta que tampoco el Principado ni el Ayuntamiento, está para grandes inversiones en estos momentos». Aunque, a corto plazo, lo importante desde el punto de vista de la presidenta del PP gijonés, Pilar Fernández Pardo, es que «se vuelve a poner en marcha la sociedad Gijón al Norte y que volvamos a hablar, después de tantos años, de un cronograma de esta actuación».